Serpientes de Puerto Vallarta: Entre mitos y realidades

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Postal de Puerto Vallarta

Puerto Vallarta, un rincón paradisíaco en la costa del Pacífico mexicano, es un conocido destino turístico. Sin embargo, más allá de las aguas cristalinas y las montañas cubiertas de selva, se esconde un misterio en forma de serpientes. Estas criaturas reptantes han dado lugar a una serie de leyendas y mitos transmitidos de generación en generación en la región. Acompáñenos en un viaje a través de estas fascinantes historias que la escritora Ventura García Castillo compartió; descubramos las leyendas de estas misteriosas serpientes.

Sus nombres serán familiares para los viejos vallartenses, pues eran muy mencionadas por nuestros antepasados, incluso algunos se usaban como adjetivos y también se mencionan en dichos, frases y cuentos tradicionales. 

Leyendas de serpientes 

La Negra Tilcuate: Entre la Oscuridad y la mitología

Una de las serpientes más notorias de Puerto Vallarta es la Negra Tilcuate. Esta culebra acuática, comúnmente llamada tilcuate, es conocida por su apariencia negra o parda y su tamaño impresionante, que puede alcanzar los dos metros y medio de largo. La leyenda sostiene que esta serpiente es tan oscura como la noche para camuflarse en la oscuridad y, de manera audaz, entrar en las casas.

La historia se vuelve aún más intrigante cuando se dice que la Negra Tilcuate se atreve a robar la leche de las madres que están amamantando. Sigilosa como una sombra, se desliza silenciosamente por la noche y se acurruca junto a la madre y el hijo. El niño, engañado, cree que la serpiente es su madre. La astuta culebra entretiene al niño con su cola para evitar que llore, mientras disfruta de su festín nocturno. Una vez satisfecha, desaparece en la oscuridad, tan sigilosamente como llegó, regresando a su guarida o visitando otras casas si así lo desea.

La Cincuate: La Serpiente de los Maizales

En las sierras de Puerto Vallarta habita otra criatura misteriosa: la Cincuate, cuyo nombre significa “serpiente de maíz”. Se alimenta de pequeños animales que, a su vez, se nutren de granos y semillas. Se dice que esta serpiente amarillenta tiene escamas que asemejan granos de maíz y acecha en los maizales en busca de roedores.

La Cincuate se caracteriza por su cabeza ancha y su boca grande. La leyenda sugiere que se enrosca alrededor de su presa antes de morderla y que, cuando está enfadada, emite resoplidos y bufidos, lo que añade un aire de misterio a su comportamiento.

La Ilamacoa: La Dócil Gigante de las Sierras

Entre las peñascales de las sierras de Mascota y Puerto Vallarta reside la Ilamacoa, la serpiente más grande de todas, que puede alcanzar hasta cuatro metros y medio de largo. A pesar de su impresionante tamaño, se dice que esta culebra es sorprendentemente dócil, y algunas personas creen que es posible domesticarla.

Las Mazacuatas: Serpientes Cuernudas y su Estrategia de Caza

Las serpientes conocidas como Mazacuatas deben su nombre a los cuernos en sus costados, que recuerdan a las patas de sus antepasados. Aunque no son venenosas, su apariencia aterradora hace que otras serpientes huyan despavoridas al verlas pasar.

La gente cuenta que, cuando envejecen, las Mazacuatas se retiran a sus cuevas y atraen a sus presas con un irresistible olor que confunde a los roedores inexpertos. Los conejos y ratones se acercan como hipnotizados hasta la boca de la serpiente, como si hubieran encontrado una cueva llena de alimento. Cuando la serpiente siente cosquillas en la boca, cierra las mandíbulas y disfruta de su bocado.

La Zolocuate: La Maestra del Engaño en la Selva

En la selva de la Costa de Jalisco, habita la maléfica Zolocuate, también conocida como la “codorniz serpiente”. Su nombre se debe a su color vino oscuro con puntos y manchas blancas, que recuerdan a las codornices.

La Zolocuate es conocida por su habilidad para aparentar tener el plumaje de una inocente codorniz y por imitar su canto. Con astucia, silba y espera respuestas antes de atacar, desconcertando a cazadores de codornices locales. Se dice que su actuación es tan convincente que parece volar cuando ataca.

La Nauyaca: Cuatro Narices y una Mordedura Letal

En la selva vallartense, vive la mortífera nauyaca, llamada así por las dos fosas nasales adicionales que posee, lo que le da su nombre que significa “cuatro narices”. Su color café grisáceo le permite camuflarse con la tierra. La leyenda cuenta que puede rastrear a sus víctimas con precisión incluso en la oscuridad.

Se dice que cuando una nauyaca se come un sapo, el sapo se infla y revienta la piel de la serpiente, dejando una cicatriz en su “barriga”. Además, se afirma que la mordedura de la nauyaca corrompe la piel de sus víctimas, haciendo que suden sangre por los poros de la cabeza.

Las serpientes de Puerto Vallarta han desencadenado una serie de leyendas y mitos a lo largo de los años, agregando una capa adicional de misterio a esta región ya fascinante. Aunque algunas de estas historias pueden parecer exageradas, reflejan la profunda conexión que la gente tiene con la naturaleza y cómo las serpientes han desempeñado un papel intrigante en la cultura y la tradición local. Ya sea que se trate de mitos o realidades, estas criaturas siguen siendo un tema de conversación fascinante en la hermosa ciudad costera de Puerto Vallarta.

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Danna Sabido