Hoy sábado se cumple un año del asesinato de Salvador Llamas
Este 21 de octubre, hace un año, el exdirector de Seapal Vallarta y mano derecha del alcalde Luis Michel, Salvador Llamas Urbina, fue acribillado en un restaurante de Guadalajara. De acuerdo con el Fiscal de Jalisco, el asesinato fue a manos del crimen organizado. Un año después aún no existe ningún arresto por el homicidio y su caso continúa impune.
El Fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez, señaló que, sin lugar a duda, el crimen organizado estaba involucrado en el asesinato y que los hechos fueron orquestados y planeados.
Ese viernes 21 de octubre, a las 5:32 de la tarde, Llamas Urbina arribó al restaurante Sonora Grill en Guadalajara, y 10 minutos después ingresan sus agresores. Se reunió con los dos sujetos no identificados, quienes le habrían requisado una mochila. A las 6 de la tarde, después de unos minutos conversando, un hombre de playera blanca detona el arma, matándolo al instante.
En la huida, también asesinan al excomisario de Puerto Vallarta, Fernando, Muñoz Ortega, quien en ese momento operaba como jefe de escoltas del exdirector de Seapal, pues ingresó al restaurante al escuchar las detonaciones.
En su momento la Fiscalía de Jalisco hizo hincapié que el funcionario municipal estaba sentado con su asesino.
Llamas Urbina llegó a Puerto Vallarta durante la definición del candidato de Morena a la alcaldía de Puerto Vallarta y fue el coordinador de campaña del ahora presidente municipal Luis Michel.
En los últimos meses fue cuestionado por regidores e inclusive algunos de ellos externaron que, si algo les pasaba, lo hacían responsable, como las ediles Carla Esparza, Eva Griselda González Castellanos, María Elena Curiel Preciado y el regidor Luis Munguía.
Esa noche, la casa del alcalde Luis Michel fue fuertemente resguardada por elementos de la Policía Municipal, Estatal, Fuerzas Militares y la Guardia Nacional.
De los entre 40 a 50 escoltas que tenía el Ayuntamiento de Puerto Vallarta en la nómina, 24 estaban asignados a Salvador Llamas, 12 por turno, pero la información se mantuvo oculta y el exoficial Mayor Administrativo, Carlos Virgen, reconoció no conocerla a ciencia cierta.
Un año pasó y aún quedan muchas dudas sobre los motivos del asesinato.
