Crónica de infamia: “El Gringo Tom” pesadilla en el paraíso de Puerto Vallarta
Thomas Frank White Norman, nació en el año 1945, se desconoce la fecha y lugar de nacimiento. Según la subdelegación regional del Instituto Nacional de Migración de Puerto Vallarta, White llegó el 26 de noviembre de 1997 desde San Francisco, California.
Así comienza el terror en Puerto Vallarta
En 1998 obtuvo la visa como no inmigrante o rentista de visita, es decir, un extranjero que no requiere trabajar para solventar sus gastos. La facilidad con la que se le concedió esta visa guarda proporción con la fortuna que poseía, lo cual demostraba fluidez económica, aspecto que acompañaba su fachada social de “buen hombre”.
Durante años, White había construido la fachada de ser un exitoso corredor de bolsa y filántropo desinteresado, en otras palabras, un hombre ejemplar. Dentro de sus obras de benevolencia se destacaba como fiel patrocinador del ballet de San Francisco, además de mostrar apoyo a la comunidad LGBT.
El pedófilo llegó lejos con la fachada que, con cuidado, había construido a lo largo de los años, entablando relaciones con personas influyentes de alto perfil tanto en México como en Estados Unidos, personajes que presumiblemente desconocían el monstruo detrás del nombre Thomas F. White.
Llegó tan lejos que ganó la confianza del pueblo, haciéndose acreedor al apodo cariñoso de “El Gringo Tom”. Durante su estancia, fundó un albergue llamado “Los niños de Vallarta”, en Mismaloya, ademas apoyaba al DIF, lo que le abrió potencialmente las puertas de acceso total a niños vulnerables, sin levantar la más mínima sospecha. Este albergue, de manera conveniente, se encontraba junto al hotel Iguana, que en ese momento era propiedad de White.
¿Cómo era el modus operandi de Thomas White?
Basado en varias declaraciones publicadas en distintos medios entre 2001 y 2013, Thomas tenía un modus operandi simple pero efectivo. Aprovechaba la inocencia y desesperación de niños que vivían en situación de calle. Los seducía con comida, dinero, regalos y ganaba su confianza. Una vez que caían en la dependencia de la benevolencia de Tom, aprovechaba para drogarlos, dando inicio así al ciclo de explotación sexual infantil.
Varias declaraciones apuntan a que, en algunas ocasiones, el individuo les ofrecía de 100 a 300 pesos a cambio de consentir ser abusados. Un sobreviviente de los abusos comenta que el criterio de Thomas para ofrecer los increíbles 300 pesos era “moverse bien”.
De acuerdo con testimonios de varias víctimas, el requisito para entrar a la casa de White era hacerlo completamente desnudo, luego pasar a la alberca, donde él comenzaba con sus prácticas enfermas.
Desgarradores testimonios de un par de hermanos, que en ese entonces eran vecinos de White, relatan que además de encontrar una gran cantidad de armas en la residencia de “El Gringo Tom”, también hallaron pastillas y bolsas con un polvo blanco peculiar. Los hermanos relatan cómo eran drogados a través de sus bebidas.
Una vez bajo los efectos de la droga, el hombre aprovechaba para abusar de los menores y grabar videos para luego subirlos a internet. Igualmente, víctimas afirman haber sido grabados mientras cometían actos sexuales, videos que adelantadas las investigaciones, se confirmaría que eran publicados en internet.
Otro joven relata que “El Gringo Tom” practicaba ‘grooming’, ganándose primero su confianza, visitándolo en repetidas ocasiones. En el último encuentro, el joven fue esposado, drogado hasta perder el conocimiento y su último recuerdo fue ver a Thom White abusando de él.
En septiembre de 2003, Nathan Lovaas, el asistente de White, fue descubierto gracias a correos interceptados donde se discutía construir una especie de cuarto especial para tener relaciones con menores en privado.
La activista de Derechos Humanos, María Nicolasa Garcia Reynoso, fue pieza importante en señalar al pedófilo y demandar justicia.
Lovaas fue arrestado en San Francisco bajo cargos de trata con fines de pornografía infantil y turismo sexual con menores. Estos cargos también se presentaron contra White; sin embargo, estuvo escapando de la justicia, hasta que finalmente, Interpol logra localizarlo en Tailandia.
La esperada detención de White
Después de estar prófugo de la justicia mexicana desde 2001, en febrero de 2003 fue arrestado en Ayutthaya, Tailandia, donde vivió durante dos años y medio. Tras negociaciones entre la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Internacional (Interpol), White llega a Puerto Vallarta e ingresa a prisión el 31 de julio de 2005.
Existen declaraciones que indican que durante el tiempo que White estuvo en la cárcel, su equipo de abogados se encargó de molestar, amenazar y sobornar a las víctimas que habían declarado.
Una de las víctimas, declaró a Proceso Jalisco que cambió su testimonio en favor de White debido a ofertas de dinero y amenazas de muerte. Se le ofrecieron un millón 250 mil dólares. ¿Quién le ofreció el dinero? El licenciado Manuel Flores Cortés, pero nunca recibió nada, reveló.
“El interno Thomas White o Thomas F. White o Thomas Frank White, de 78 años, falleció mientras recibía atención médica en un hospital de Puerto Vallarta debido a que empeoró por múltiples enfermedades que padecía desde hacía tiempo”, informó en un comunicado la Fiscalía General de Jalisco. El fallecimiento del pedófilo ocurrió a las 08:25 horas el 10 de febrero del 2013.
Así finaliza una ola de abusos contra menores que se extendió por al menos tres años, sembrando el terror entre los habitantes de Puerto Vallarta. El temor se adueñó de las calles, amenazando con transformar este hermoso destino en un paraíso para los depredadores. Sin embargo, la justicia emerge como un rayo de esperanza, ofreciendo un escarmiento necesario para aquellos que osan mancillar la inocencia de los más vulnerables.
