Sacerdote de la Santa Cruz llama a la solidaridad

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El sacerdote Esteban Salazar González, párroco de la Santa Cruz, le tocó vivir de cerca los estragos causados por el Huracán Nora en la colonia Emiliano Zapata. Su templo se ubica en la esquina de Aguacate y Lázaro Cárdenas, a dos cuadras del desbordado Río Cuale.

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Como pastor de esta comunidad, ha brindado consuelo y apoyo a los feligreses afectados, principalmente en las calles paralelas al río, hasta la Francisco I. Madero y el puente que colapsó.

 

Sacerdote llama a la solidaridad

Ponderó que el resto de la colonia no sufrió daños mayores, aunque principalmente siguen con falta de agua potable:

“En primer lugar se vio muy diezmada en asistencia, porque aparte de todo lo que sabíamos por los medios de comunicación. Yo también evité hacer las llamadas a misa con la campana, precisamente para evitar la salida de las personas. El Ayuntamiento, las autoridades nos invitaban a permanecer en casa pero siempre no falta gente que venga, por eso procedí a atenderlos, las personas en su mayoría asustados, atemorizados pero al mismo tiempo quienes asistieron dieron gracias a Dios por haber salido avantes en este percance”.

En la parroquia es una tradición todos los días primeros del mes celebrar la misa de la Divina Providencia, además de una colecta en el barrio para adquirir despensas. Lo recabado el primero de septiembre lo destinaron al Sistema DIF Municipal, así como otros artículos de primera necesidad, para apoyar a los damnificados.

Sacerdote llama a la solidaridad

El padre Esteban dirigió un mensaje a quienes viven aún momentos de depresión, incertidumbre y tristeza por los efectos del fenómeno hidrometeorológico por haberse quedado sin fuentes de empleo o con daños en sus viviendas:

“Que no perdamos el ánimo. Que nos solidaricemos todos. Que no seamos indiferentes. Es lo peor que nos pudiera pasar, vivir con indiferencia ante las necesidades de los demás. No se trata de hacer grandes esfuerzos, pero sí en la caridad, de lo poco o mucho que tengamos, compartirlo con los demás, con gusto y alegría, porque así no nos faltará nada”, exhortó el presbítero Salazar.

Miguel González Guerra