Brasileño reclama a museo de EEUU cuadro de Van Gogh

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Un Van Gogh se ha convertido en el cuadro de la discordia. Un brasileño pide que le devuelvan el lienzo que compró en 2017 y que perdió de vista durante años hasta que lo localizó en un museo estadounidense, donde está expuesto.

El demandante es Brokerarte Capital Partners, una compañía cuyo único miembro es el brasileño Gustavo Soler, quien compra, vende y colecciona obras de arte.

La historia es rocambolesca.

En mayo de 2017 Soler compró “Liseuse De Romans” (también conocida como “La lectora de novelas” o “La dama lectora”), pintada por Van Gogh, el gran maestro del posimpresionismo en 1888.

En una demanda presentada ante una corte estadounidense y consultada por la AFP, el brasileño afirma que una vez comprado, un tercero, al que no identifica, “inmediatamente tomó posesión del lienzo”, sin que él le cediera el título.

Se pasó años, cuenta, sin conocer el paradero del cuadro hasta que recientemente se enteró de que estaba expuesto en un museo, el Instituto de Artes de Detroit (DIA, por sus siglas en inglés), como parte de su megaexposición Van Gogh en América, que concluye el próximo 22 de enero.

Por miedo de que a partir de esa fecha el museo traslade el cuadro o se lo entregue a un tercero solicitó la intervención de un juez.

El miércoles un juez federal de Michigan ordenó a la pinacoteca que “se abstenga de dañar, destruir, ocultar, tirar, desplazar, usar o deteriorar sustancialmente su valor“. 

Y el próximo 19 de enero, tres días antes de que termine la exposición, el tribunal tiene previsto celebrar una vista sobre la demanda.

El cuadro costó 3,7 millones de dólares pero se calcula que valdría actualmente “más de 5 millones de dólares”.

Se trata de un óleo sobre lienzo que representa a una joven leyendo un libro. Tiene “cabello abundante muy negro, un corpiño verde, las mangas color de hojas de vino, la falda negra, el fondo todo amarillo, estanterías con libros”, describe el propio pintor en una de sus cartas.

Van Gogh, conocido por sus pinceladas gruesas y sinuosas y su colorida paleta, influyó mucho en la corriente del expresionismo y ganó gran popularidad tras su muerte, sobre todo a finales del siglo XX, cuando sus obras alcanzaron cifras récord en subastas de todo el mundo.