Inician fiestas de la Virgen de Tintoque, patrona de Valle de Banderas

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Bahía de Banderas.- El próximo 2 de febrero se celebran las fiestas patronales en la cabecera municipal de Bahía de Banderas, en honor a Nuestra Señora del Rosario de Tintoque, pero pocos en la región saben del gran valor histórico y religioso de esta imagen, que data de la época colonial. El sacerdote de la parroquia de Valle de Banderas, Agustín Falcón Ocampo, nos cuenta la crónica de la virgen que está en el altar principal de su templo.
Se remonta al año de 1525, cuando el conquistador Francisco Cortés de San Buenaventura llega a este valle, al entonces pueblo de Tintoque, hechos asentados por Jerónimo López, narra como pasaron por la Sierra de Vallejo que forma la Punta de Mita, donde los soldados Diego de García y Juan de Villagómez, descubrieron un pueblo hermosísimo y grande.
Venían como cien españoles y cuando vieron que salían como 20 mil hombres pensaron que los iban a aniquilar, entonces sacaron un estandarte, con la Virgen María por un lado y la Cruz por el otro, al ver aquel estandarte los naturales de esta tierra se detuvieron, porque la insignia desprendía resplandores, entonces dejaron sus armas y hubo dialogo entre europeos e indígenas, a través de intérpretes, evitando una conquista sangrienta
Indicó que de acuerdo a la creencia, entonces empezaron los misioneros a fundar las comunidades que hoy se conocen y dejar en cada una imágenes de santos. Tintoque estaba frente a las islas Marietas y ahí quedó entonces esta imagen de la Virgen, cuyo nombre viene por la abundancia en esta bahía del palo tinto, o caracol púrpura que se cultivaba en Bucerías y alrededores que gustaron a los españoles por lo extenso y bonito al que llamaron Valle de Banderas, porque miles de indios salieron con banderillas y plumajes a su encuentro.
Pero las epidemias y piratas acabaron poco a poco con el pueblo de Tintoque.

La imagen la tenía una anciana, enferma pidió llevaran la imagen a donde al pueblo de Valle, la pusieron en la capilla, y según la leyenda otro día no amaneció, la buscaron pero inexplicablemente estaba de nuevo con la señora, la quisieron trasladar de nuevo pero se volvió pesada, entonces decidieron llevarse tambien a la mujer en una camilla, juntas estuvieron hasta que murió la anciana, siendo enterrada ahí mismo.

La imagen es muy antigua, incluso más que la de Talpa, elaborada con madera en España, las de caña fueron fabricadas posteriormente por los indígenas en el nuevo continente. Cada año le cambian su vestuario dos veces en febrero y octubre, pues antes sus fiestas eran el 7 de octubre, hasta 1914. Incluso los últimos vestidos fueron fabricados y bordados por el mismo Padre Agustín y otras personas las adornan con pedrería y flores.

Miguel González Guerra