Iglesia de la Santa Cruz cautiva a católicos y turistas de Puerto Vallarta

Ubicada en el municipio de Puerto Vallarta, en la colonia Emiliano Zapata, la Parroquia de la Santa Cruz se ha posicionado como un templo que llama la atención de locales y visitantes, al encontrarse en pleno corazón y zona turística de esa ciudad, lo que la ha convertido en un testimonio arquitectónico del fervor religioso y la belleza estilística.

Construida en el siglo XX, esta iglesia se posiciona como un espacio espiritual y un edificio emblemático en el tejido urbano de la ciudad. Su arquitectura, de estilo neogótico, fascina a los visitantes desde lejos, con una fachada que hipnotiza con sus detalles ornamentales y su majestuosa presencia.

Fotografía tomada en 2015 por Mikal Chico

Aunque el acceso en coche puede ser complicado, se recomienda caminar a lo largo del malecón para disfrutar de la vista y la brisa marina antes de llegar.

La decoración que adorna cada rincón de la iglesia de la Santa Cruz refleja el cuidado y la devoción con los que se ha mantenido este lugar de culto a lo largo de los años, templo que pertenece a Diócesis de Tepic, Nayarit. Cada detalle, desde los altares hasta las bancas, parece contar una historia de fe y tradición arraigada en el corazón de la comunidad.

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Para los fieles católicos, la Parroquia de la Santa Cruz es mucho más que una estructura de piedra y mortero; es un santuario de oración y reflexión, un refugio espiritual en el que encuentran consuelo y esperanza, tal y como expuso el párroco  Esteban Salazar González, quien recordó que este templo es el segundo más antiguo de Puerto Vallarta.

Testimonio de una turista de Baja California Sur que conoció la iglesia de la Santa Cruz

Cada año, el 3 de mayo, la Parroquia de la Santa Cruz se convierte en el epicentro de una celebración única: el Día de la Santa Cruz. En esta festividad, que honra el símbolo de la cruz en la que Jesús fue crucificado, los fieles se congregan para rendir homenaje a su fe y participar en las tradiciones religiosas que han perdurado a lo largo de los siglos.

Aunque no se menciona un patrón o patrona específico para esta parroquia, su presencia en la vida de Puerto Vallarta es innegable, como un faro espiritual que guía a los creyentes y cautiva a los admiradores con su belleza etérea.