“Defendamos lo nuestro con todo”

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México no está tranquilo. México está crispado. Una gran parte de los mexicanos pensantes que son el verdadero soporte del país están preocupados por el futuro ya en manos de los militares.

Como ya lo sabemos por nuestra historia, ni el ejército, ni la iglesia ni el empresariado deben tener un poder que desnivele el equilibrio político nacional. Tenemos eventos históricos funestos como la decisión de un grupo de empresarios de ir a Miramar y traer un noble europeo y nombrarlo emperador de México.

La agresión a las iglesias por Calles, provocando la guerra cristera por su exceso de protagonismo o los asesinatos de Huitzilac de militares a mano de militares de alto rango, peleando por la sucesión presidencial.

Estos eventos fueron causados por excesos enfermizos de poder, con la acción de integrar la guardia nacional a la SEDENA, que es una violación más a nuestra Constitución, el país está ya militarizado completamente. Ya maneja, aeropuertos, aduanas, puertos, construcción gubernamental, bancos populares, huachicol, manejo de vacunas, pipas, migración y últimamente el internet.

Queramos o no, nuestro país está militarizado al 80% y considerando las circunstancias de situación actual en que nos encontramos, el poder de facto depende de la disciplina y buena voluntad del ejército con el presidente en turno.

El secretario de la defensa, en un discurso inédito de un militar y menos del secretario en turno, se refirió a los detractores del uso militar en su polémica actuación en contra de la violencia, en una forma no militar sino política, lo cual es muy peligroso.

Esperemos que, con el enorme poder otorgado por el presidente en turno a los militares, no perdamos la libertad de expresión, deterioro en los derechos humanos y una aplicación real y efectiva de la ley, y no autoritaria tipo Venezuela o Nicaragua, países admirados por nuestro gobierno en turno.

Desde luego que somos diferentes a esos países y es improbable por las inversiones extranjeras existentes en nuestro país y nuestra vecindad con Estados Unidos, pero no nos confiemos en quedarnos callados y esperar el golpe.

Por si las dudas,

“Defendamos lo nuestro con todo”.