Biden dice que no quiere una “Guerra Fría” con China

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El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró este martes en Naciones Unidas que no quiere “una nueva Guerra Fría” con China y defendió su apego a la diplomacia y al multilateralismo en respuesta a los aliados europeos que le acusan de cabalgar a menudo en solitario.

“No queremos una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”, dijo el presidente de Estados Unidos en el primer discurso de su mandato en la Asamblea General de la ONU.

No obstante, “Estados Unidos va a participar en la competición y participar con vigor”, advirtió al ofrecer su visión de la confrontación con Pekín, sin nombrar directamente a la potencia rival.

“Con nuestros valores y nuestra fuerza, vamos a defender a nuestros aliados y a nuestros amigos, y nos oponemos a los intentos de países más fuertes de dominar a los más débiles”, remachó.

El mandatario estadounidense se comprometió a combatir las “autocracias” y prometió “defender la democracia”.

El presidente chino, Xi Jinping, participará al final de la mañana en la Asamblea en un mensaje pregrabado desde Pekín, en lo que se considera como un duelo a distancia entre las dos superpotencias embarcadas en una confrontación cada vez más peligrosa.

“La era de la diplomacia”

En previsión de este intercambio, el secretario general de Naciones Unidas Antonio Guterres advirtió en la inauguración de la mayor cita multilateral del planeta a Washington y a Pekín contra una degradación de las crisis mundiales que será “mucho menos previsible que la Guerra Fría”. Para evitarlo, pidió a las dos superpotencias “diálogo” y “comprensión”.

Pekín contesta la idea de una nueva Guerra Fría como la que opuso a Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad de siglo XX. Pero es prácticamente el único punto en que están de acuerdo ambos países, cuyas relaciones son cada vez más tensas.

La gran cita de la diplomacia mundial, que se abrió el martes y durará una semana, era particularmente esperada este año, tras el parón del pasado año por la pandemia de covid-19 que impidió a las delegaciones a viajar a Nueva York, limitándose a un encuentro telemático.

El demócrata estadounidense anunció el “regreso” de su país como socio fiable tras cuatro años de gobierno de su predecesor Donald Trump.

“Durante los últimos ocho meses, he dado prioridad a la reconstrucción de nuestras alianzas, a la revitalización de nuestros socios y al reconocimiento de que son esenciales para la seguridad y la prosperidad duradera de Estados Unidos”, aseguró.

El miércoles, aseguró, anunciará “nuevos compromisos” contra la pandemia y prometió “redoblar” los esfuerzos financieros internacionales de Washington contra el cambio climático.

Asimismo, se comprometió a dar inicio a una “era de la diplomacia” tras el fin de la guerra en Afganistán, asegurando Estados Unidos solo recurrirá a la fuerza militar como “último recurso”.

Crisis con Francia

Pero la retirada de Afganistán, que concluyó en el caos a finales de agosto, para pesar de muchos países europeos, y la crisis abierta con Francia en el caso de los submarinos, que estalló la semana pasada, empañan su mensaje.

París está iracundo por el anuncio de Estados Unidos, el 15 de septiembre, de la alianza de seguridad concluida con Australia y Reino Unido para hacer frente a Pekín, conocida como AUKUS. Este nuevo pacto ha levantado ampollas transatlánticas ya que se hizo a espaldas de los franceses, que perdieron un enorme contrato para fabricar submarinos suscrito con Canberra.

El canciller francés volvió a denunciar el lunes en Nueva York la decisión “brutal” y una “ruptura de confianza entre aliados”.

La Unión Europea se ha puesto de parte de Francia, según el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Señal de que París no está dispuesto a pasar página, un asesor del presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido que la conversación telefónica esperada “antes del fin de semana” con Joe Biden “no será un intercambio de reconciliación” sino de “aclaración”.

Para sorpresa de muchos países, Macron ha decidido no venir a Nueva York este año y su ministro de Relaciones Exteriores hablará en nombre de Francia por vídeo.

Tras el discurso del secretario general, la palabra la tuvo el presidente brasileño que presentó una imagen idílica de su país, “sin corrupción” y con la “credibilidad recuperada” y la mejor política medioambiental. En definitiva, uno de los “mejores países para invertir”, aseguró.

El presidente colombiano, Iván Duque, se mostró escéptico sobre las negociaciones entre el gobierno venezolano de Nicolás Maduro con la oposición en México y pidió una elección presidencial “libre” en Venezuela. 

“Cualquier salida que perpetúe el oprobio dictatorial y le permita al régimen ganar tiempo agudizará el mayor desastre humanitario que conozca nuestro continente”, dijo Duque en la tribuna de la ONU. 

Otros mandatarios, como el de Turquía y el flamante presidente iraní, Ebrahim Raisi, que se estrenará en el escenario internacional, están previstos esta primera jornada.

A primera hora de la tarde intervendrá el presidente de Perú, Pedro Castillo, quien pondrá fin en Nueva York a su primera gira internacional que le llevó a México a participar en la cumbre de los países de América Latina y Caribe, y a Washington.