El histórico buque Arctic Sunrise emblema de Greenpeace llegó a Puerto Vallarta
El histórico buque rompehielos de la organización ambientalista Greenpeace Arctic Sunrise, se encuentra en Puerto Vallarta desde este viernes 27 de octubre, ha recorrido todos los océanos en defensa de la vida marina, famoso en el 2013 luego de que 30 activistas de su tripulación que protestaba contra la exploración petrolera en aguas árticas fueran detenidos por Rusia, hecho que generó un conflicto internacional, y por el cual salieron en defensa de ellos una decena de premios Nobel de la Paz.
En mayo de este año hizo una travesía en el Golfo de México para documentar, caracterizar y defender los arrecifes veracruzanos, su campaña “Mar adentro, mar afuera”, en su la quinta visita las costas el Arctic Sunrise abordará dos temas que son de vital importancia para la protección de los mares mexicanos: Ampliar la documentación sobre los ecosistemas arrecifales de la zona centro y norte del estado de Veracruz, que aún no han sido completamente estudiados y que se encuentran fuera de las áreas de protección. Greenpeace trabajó con investigadores de la Universidad Veracruzana y solicitó extender la protección de los arrecifes a la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) y a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Además, advirtieron los riesgos ante la próxima construcción del gasoducto Puerta al Sureste, que pretende conectar Texas con Tuxpan, Coatzacoalcos y Dos Bocas.
También estuvo en Argentina antes de arribar a Puerto Vallarta, atracó en el muelle 3, con 30 tripulantes, sin ninguna misión, solo llegaron por provisiones y zarpan el próximo lunes 30 de octubre.
La historia del Arctic Sunrise
El barco fue construido por Noruega en 1975 llamado entonces “Oso Polar”, irónicamente era un pesquero de focas. En 1995 lo compró Greenpeace con el nombre de Arctic Sunrise. Tras su botadura en junio de 1996, inició una campaña recorriendo instalaciones petrolíferas en el Mar del Norte, para después incorporarse a la campaña en defensa del Mediterráneo, 10 años después de que el Sirius la iniciará en costas españolas.
En su historial puede presumir de haber sido el primer barco del mundo en circunnavegar la isla de James Ross en la Antártida, pudiendo demostrar con ese hecho que el calentamiento global y el deshielo del continente antártico es una realidad.
En septiembre del 2013, un grupo de 28 activistas de Greenpeace y dos reporteros gráficos independientes participaron en una acción en el Arctic Sunrise. Su fin era impedir que la plataforma petrolera de la empresa estatal rusa Gazprom desarrollara la primera perforación de petróleo del mundo en el mar del Ártico.
Efectivos rusos capturaron la embarcación y las 30 personas involucradas en la protesta pacífica fueron detenidas, el capitán fue golpeado brutalmente. Lo que provocó protestas internacionales. Después de dos meses en prisión se les otorgó la excarcelación bajo fianza y a fin de año recibieron la amnistía por parte de las autoridades de Rusia. Finalmente, todos pudieron regresar a sus hogares. Sin embargo, el Arctic Sunrise estuvo retenido en el país hasta junio de 2014.
Otros sucesos memorables son: en 2006 su tripulación se opuso a un buque japonés que cazaba ballenas, protestó contra papeleras sobre el rio Uruguay; en 2014
en noviembre el Arctic Sunrise fue parte de una acción contra un proyecto de explotación de petróleo de la multinacional Repsol en la región de las Islas Canarias. Cuando los activistas de Greenpeace se aproximaron, a bordo de gomones, al buque de perforación petrolera Rowan Renaissance fueron interceptados violentamente por la Armada Española que custodiaba la nave. Nuestro rompehielos estuvo retenido allí durante ocho días.
En 2016 organizaron un concierto histórico en el Ártico para pedirle a la comisión OSPAR (que adopta medidas para la protección del medio ambiente marino del Atlántico del Nordeste) que asegure la creación de la primera zona protegida en aguas internacionales del océano Ártico. El pianista y compositor Ludovico Einaudi llegó hasta Svalbard, Noruega, a bordo del Arctic Sunrise e interpretó una pieza original frente a un glaciar.
A comienzos del 2018 realizaron una expedición de tres meses en la Antártida. Fueron hasta allí junto a un grupo de científicos con el fin de impulsar la creación de la mayor área marina protegida del mundo en las aguas del continente: un santuario en el océano Antártico. Este viaje permitió revelar las primeras imágenes del fondo marino en una región nunca antes explorada por el hombre.
En 2019 recorrieron desde el Ártico a la Antártida a bordo del Arctic Sunrise, para exponer las amenazas que enfrentan los océanos y pedir por un tratado global que proteja las aguas internacionales.
Este emblemático barco cuenta con veintiocho literas y en su casco entran cuatro Zodiacs, además de tener capacidad para transportar un helicóptero. Es una motonave, cuya seña de llamado es PCTK. Mide 49,62 m de eslora, 11,50 m de manga y un calado de 5,3 metros. Puede alcanzar una velocidad máxima de 13 nudos.
El Arctic Sunrise hoy está guarecido en Puerto Vallarta, es un honor su visita a esta ciudad, donde surte provisiones y agua para poder continuar la travesía global y exposición de las amenazas que enfrentan los océanos, buscando un tratado global que proteja las aguas internacionales.
LLG
