Familias acampan en Paso del Guayabo y La Desembocada
Dejar la comodidad del hogar, el baño, el agua caliente, la comodidad de una estufa que enciende inmediatamente quedó atrás, porque decidieron pasar este fin de semana en el campo abierto, rodeados de la naturaleza.
Debemos de mencionar que la gente se armó con sus casas de campaña, con el asador listo, leña y carbón. Se prepararon para pasar un viernes diferente, comparado a quienes prefieren la comodidad de un hotel con alberca en la playa todo muy diferente a todos ellos.
Acampar en la naturaleza les da un estado de ánimo diferente, acá no hay reglas, señalética y vigilancia, no hay nada que impida pasar un día increíble rodeado de naturaleza y disfrutar un fresco aire con el amanecer.
En los dos puntos que visitamos como son El Paso del Guayabo y las orillas del río de la desembocada, bien organizados se prepararon para pasarla bien con la familia.
Desde muy temprano percibimos el olor a leña quemada, el viento fresco mientras los gallos cantaban desde los ranchos aledaños, sin duda eso les dio un despertar diferente.
Acampar sin duda representa muchos riesgos, las picaduras de insectos, la mordedura de una serpiente, o el ataque de algún animal salvaje.
Mientras las playas están a reventar de gente, acá en el río las cosas son diferentes: el bullicio y el ruido de la música que se escucha en las playas acá no se escucha.
Ellos decidieron pasar un día diferente y lo lograron, se la pasaron increíble a pesar de no contar con lo más mínimo, como un baño, ellos lo adaptaron de alguna manera en unos pequeños cubículos con cobijas o palmeras.
Desgraciadamente las autoridades no tomaron en cuenta la gran cantidad de personas que le gusta venir a acampar en este lado del municipio, ahí no hay ningún tipo de operativos para darle seguridad aquellas familias que decidieron acampar este fin de Semana Santa.
