Turismo no debe afectar el valor biocultural de la región
Foto: Estefanía Meré
Reconocido por su importante valor patrimonial y paisajístico, el Paisaje Biocultural de la Sierra occidental de Jalisco es un modelo territorial reconocido por el gobierno del estado en el año 2020 que combina el fomento a la actividad productiva, la conservación y el rescate de la cultura y tradiciones locales.
Noé Castellanos Ramos, coordinador de la iniciativa de Paisaje Biocultural Sierra Occidental de Jalisco, informó que este territorio abarca 300 mil hectáreas de cuatro municipios del estado: Mascota, San Sebastián del Oeste, Talpa y Atenguillo.
“Aquí se mantiene un gran patrimonio natural y cultural, conserva gran parte de los bosques de Jalisco y funciona como un corredor que permite la conectividad ecológica y la conservación de la biodiversidad de la Sierra Madre Occidental”.
El coordinador explicó que se trata de un modelo homólogo de las áreas naturales protegidas para fomentar la conservación y las actividades productivas, entre ellas, el turismo.
Los cambios hacia la sustentabilidad, explicó, los reconocen a través de los productos y servicios que derivan de ellos a través de un sello que está en proceso de reconocimiento, y que identifica tanto el territorio como la naturaleza y los productos de la región.
El promotor de la iniciativa, destacó que se apoyan en una carta territorial con visión a 15 años, que incluye seis ejes prioritarios y ocho líneas de trabajo, entre ellas el ambiente y el territorio, la sociedad y la cultura, la economía y la solidaridad.
Noé Castellanos explicó que hasta ahora hay avances en la integración de un diagnóstico territorial y una visión común de desarrollo, lo que permite la promoción y desarrollo de pequeños proyectos productivos enfocados en la sustentabilidad entendida como el respeto a la naturaleza.
El turismo, agregó, debe ser un dinamizador de la economía y no un riesgo que afecte el valor de una región.
“Hay presiones, sobre todo externas, que amenazan la armonía y equilibrio de la región; la transformación de los paisajes y la sobre explotación o degradación de los ecosistemas, la pérdida de tradiciones locales, la migración y el turismo desordenado son algunos de los problemas más fuertes de esta región.
