Tintoque: Conexión Milenaria con las Fuerzas del Mar

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En los llanos de Punta de Mita, en Bahía de Banderas, ha resurgido un emocionante pasado que revela los secretos de una antigua civilización indígena llamada Tintoque. El profesor Eduardo Gómez Encarnación, cronista de Bahía de Banderas, ha realizado una investigación increíble sobre el enigmático culto a las fuerzas del mar que caracterizó a este misterioso pueblo ancestral.

Tintoque abarcaba un extenso territorio que se extendía desde el puerto de Corral del Risco hasta Playa Negra y Coamiles, dominando visualmente la bahía, la sierra y el corredor costero, especialmente la punta de Mita. Durante la época de la conquista española, Tintoque fue el pueblo más grande y destacado de la región, albergando a más de diez mil indios que resistieron valientemente frente a los conquistadores liderados por Francisco Cortés de San Buenaventura.

Mar, Comercio y Espiritualidad

Un dato importante que destaca la importancia de Tintoque es que fue el lugar donde se fundó San Lázaro, la primera población española en el Occidente de México, el 27 de marzo de 1525, coincidió con el día de San Lázaro Mártir, lo que añade un toque religioso a su historia.

La investigación del Profesor Gómez Encarnación ha arrojado luz sobre dos aspectos fundamentales de la importancia de Tintoque: el comercio y el culto a las fuerzas del mar. Según el arqueólogo José Carlos Beltrán Medina, Tintoque formaba parte de una red de navegación costera y mediana altura, junto con otros pueblos marinos cercanos, como El Malinal de Higuera Blanca, Pontoque, La Cruz de Huanacaxtle y Bucerías. 

Estos pueblos comerciaban con especies vivas y producían hermosas joyas y artículos suntuarios, lo que impulsó un próspero comercio que llegaba hasta Sudamérica. Esto demostró la existencia de una ruta comercial marítima que conectaba Ecuador con Baja California.

Tintoque y su Conexión Espiritual con el Mar

Tintoque no solo se destacaba en el comercio, sino que también tenía una fuerte conexión espiritual con el mar. Según el antropólogo Francisco Samaniega, el nombre Tintoque podría significar “lugar al lado del Mictlán”, que es el inframundo indígena asociado con el dios de los muertos, Mictlantecuhtli, y con Quetzalcóatl, el creador de los seres humanos en esta era. Los habitantes de Tintoque honraban al mar a través de la orfebrería, relacionándose con Xipe-Totec, el dios de los orfebres, adorado por quienes vivían cerca del mar.

Los estudios también han revelado la presencia de islas cercanas, como las Islas Marietas, que alguna vez fueron consideradas lugares de sacrificio y adoración al diablo. La teoría del Profesor Gómez Encarnación sobre un posible observatorio en el centro ceremonial de Tintoque, a 65 metros de altura, ha abierto debates sobre cómo los antiguos habitantes registraban fenómenos astronómicos relacionados con el mar y los astros.

Los misioneros Fray Francisco Lorenzo y Miguel de Estivales dejaron una huella importante al concentrar varios pueblos y catequizar la región del Valle de Banderas en 1554. Construyeron iglesias y entregaron imágenes de santos para la veneración, siendo la Virgen Rosario de Tintoque una imagen venerada durante más de 400 años en esta costa, heredera del antiguo culto a las fuerzas del mar, que hoy está en el altar principal del templo de Valle de Banderas. 

El trabajo del Profesor Gómez Encarnación ha sido clave para entender la historia y cultura de Tintoque, rescatando del olvido una civilización que tuvo un papel trascendental en el comercio y el culto a las fuerzas del mar en la antigua Mesoamérica. Sus investigaciones nos conectan con nuestras raíces y nos enseñan a valorar el legado de nuestros ancestros. 

La historia de Tintoque sigue revelando sus secretos y, gracias a la pasión y dedicación del cronista oficial del municipio de Bahía de Banderas, el pasado cobra vida una vez más, recordándonos la riqueza de nuestra identidad cultural de la región conurbada con Puerto Vallarta. 

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Danna Sabido