“Mata perros” de Tala: Había antecedentes de crueldad animal

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Luego de haber localizado 11 bolsas con restos de perros que aparentemente fueron torturados y asfixiados hasta que murieron en un domicilio de Tala, Jalisco, vecinos del fraccionamiento Ruiseñores contaron que Eduardo “N” (presunto culpable) era apodado “el mataperros” porque constantemente asesinaba a estos animales, incluso, hasta se los comía.

En las indagatorias, colonos del acusado explicaron a Televisa que el sujeto trabajaba como guardia de seguridad privada, y tenía el hábito de recoger perros de la calle para llevárselos a su domicilio, una casa dúplex en las calles de Arroyo Bernabé y Naranjo, desde donde Eduardo “N” ejecutaba sus actos de crueldad animal.

“Ahí, los maltrataba, los violentaba, los mataba, y después les encendía fuego. Los vecinos aseguran incluso que Eduardo “N” se los comía”, informó Televisa tras entrevistar a un testigo, de quién no se dio a conocer sus generales.

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Pese a qué vecinos habían reportado previamente a la Policía Municipal de Tala que se oían constantemente aullidos de perros, aparentemente torturados por alguien, fue hasta que se localizaron las 11 bolsas con cadáveres que la Fiscalía del Estado de Jalisco a través de la Fiscalía Regional del Distrito X abrió una carpeta de investigación por el delito de crueldad animal.

Al interior del domicilio, las autoridades descubrieron bolsas de plástico con restos de lo que se presume son casi 50 perros, además de huesos calcinados en el jardín y en el patio de la propiedad. Los elementos rescataron, también, a más de 10 perros con vida.

Eduardo “N” podría quedar en libertad

Este suceso tuvo lugar debido a una denuncia presentada por los residentes del fraccionamiento, quienes, durante un año, habían buscado ayuda de las autoridades correspondientes sin obtener resultados satisfactorios. En el momento de la captura de Eduardo “N”, los habitantes de la calle expresaron su indignación llamándolo “asesino”.

Sin embargo, la detención de Eduardo “N” se llevó a cabo por una falta administrativa, debido a la violencia con la que reaccionó hacia los policías que acudieron a su propiedad. Cabe destacar que Eduardo ya tenía antecedentes criminales, ya que en 2014 asesinó a un perro en Zapopan, arrojándolo desde un segundo piso.

A pesar de las quejas y denuncias presentadas por asociaciones protectoras de animales, existe la posibilidad de que Eduardo “N” recupere su libertad esta misma semana. El Gobierno Municipal de Tala ha asegurado a través de sus redes sociales que se están llevando a cabo las investigaciones correspondientes por parte de las autoridades competentes para que esta persona enfrente las consecuencias legales, de acuerdo con lo estipulado por la Ley Protectora de los Animales.

Efrén Urrutia