Las cárceles de Nueva York, laberinto de contagio de la pandemia

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 A la crisis que vive está ciudad por la expansión de la pandemia de COVID-19, se debe de sumar el creciente número de contagios entre su población carcelaría, con 167 casos confirmados entre los reclusos más 137 de personal penitenciario.

La alerta no es nueva pues empezó hace al menos dos semanas, pero ha sido dejada de lado por la propagación de la afección entre la población en general, que preocupa más a todos.

Sin embargo, al volverse un centro de contagio, los afectados no solo son los reclusos o el personal de custodia, sino que estos se vuelven fuente de contaminación para toda la ciudad.

En total la ciudad tiene casi nueve mil prisioneros de acuerdo a datos del departamento de correccionales citadino, uno de ellos Genaro García Luna, el exsecretario mexicano de Seguridad Pública, cuyo proceso está pendiente de decidir su petición de fianza y las audiencias preliminares.

El centro más importante es el de la isla Rikers, entre Queens y el Bronx, con cinco a seis mil presos. Toda la población carcelaria en Estados Unidos se estima en dos millones, de acuerdo a Time.

Los expertos en salud advierten que las pequeñas celdas donde están confinados los reclusos, la falta de acceso a agua y jabón y las interacciones con familiares, abogados y personal carcelario, crean las condiciones para un alto número de contagios.

La falta de medidas de higiene se ve cuando un recluso recurre a un calcetín para sostener un teléfono celular mientras hace una llamada, describe este lunes The New York Times.

Por lo pronto Nueva York se enfrenta a un dilema: libera a presos de baja peligrosisdad, como ya lo ha hecho, exponiéndose a conductas reicindentes o enfrenta una crisis de salud en sus cárceles.

La víspera fueron liberados 650 reclusos, un esfuerzo insuficiente, mientras otros 800 se encuentran en situación de cuarentena o en aislamiento por contagios confirmados o haber estado en contacto con alguno de esos casos.

En ese marco la demanda de García Luna para ser liberado con fianza de dos millones de dólares es simplemente un caso más al que se le presta escasa atención.

El exfuncionario mexicano no se encuentra en Rikers sino en el Centro de Detención Metropolitano, donde ya hubo al menos un contagio, y su demanda de ser liberado bajo fianza al parecer han sido contestado con el argumento de que él sí tiene acceso a agua y jabón para lavarse las manos y mantener una higiena adecuada.