El fracaso de los pronósticos

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En los primeros días de cada año tendemos a hacer pronósticos respecto a lo que puede ocurrir en los meses por venir. Y, la realidad es que, cada vez con más frecuencia, la mayoría de las previsiones resultan equivocadas. El 2023 fue un año ejemplar de esas fallas.

El impacto de las nuevas inversiones va a ser más lento de lo que se esperaba, por lo que el FMI quitó tres décimas a su perspectiva de crecimiento para México.

El fracaso de los pronósticos

Hacer pronósticos en el mundo en el que vivimos resulta un poco ocioso. Lo único cierto es que casi todos ellos van a fallar. Sobre todo, cuando se trata de anticipar el comportamiento de la economía, o los resultados de una votación.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó hacia arriba su perspectiva económica para Estados Unidos. En sus previsiones de enero apuntaba a un crecimiento de 2.1 por ciento para la economía norteamericana este año, y ahora señala que será de 2.7 por ciento.

Para el caso de México, el ajuste fue en dirección opuesta. En enero calculó un crecimiento de 2.7 por ciento y ahora lo cifra en 2.4 por ciento.

Para el 2025 supone que Estados Unidos, ahora sí se desacelerará, y que crecerá solo 1.9 por ciento, mientras que la economía mexicana crecerá apenas a un ritmo de 1.4 por ciento.

No hace mucho tiempo se discutía en torno a los riesgos de una recesión en Estados Unidos por las elevadas tasas de interés. Ahora, con tasas altas que van a tardar en bajar más de lo que se pensaba, se habla solo de una desaceleración, pero para el próximo año.

Parece que el mundo está al revés. En el caso de México, el FMI fue de las instituciones que se pusieron más optimistas en los primeros meses de este año, anticipando el efecto que tendría el nearshoring.

Pero, al darse cuenta de que el impacto de las nuevas inversiones va a ser más lento de lo que se imaginaba, quitó tres décimas a su perspectiva de crecimiento.

Para el 2025 no es extraño que baje un punto completo al estimado de crecimiento respecto a su previsión para el 2024. El ajuste fiscal que se espera que ocurra el próximo año después de la política expansiva de éste, tendrá un efecto negativo en la dinámica de la actividad productiva.

A nivel global algo que va a pesar mucho son los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos. Se va a producir un cambio importante si Trump regresa a la Casa Blanca y si logra controlar las Cámaras del Congreso. Obviamente a México le afectaría de manera muy directa, en función de las políticas que emprenda tanto en el ámbito migratorio como en materia comercial y tecnológica.

El nivel de agresividad que haya en contra de China puede afectar la llegada de inversiones de ese país, uno de los fenómenos más importantes de los últimos años en el país.

Ni modo, el FMI tiene que presentar, como siempre en sus asambleas, sus perspectivas. Pero no se deben tomar demasiado literal, pues seguramente se van a equivocar, como siempre pasa.

Sugiero más bien estar atentos al entorno y tener la agilidad necesaria para ajustar sus decisiones según lo que se vaya observando.

 

AT