Hay diálogo con navieras y avances. Protocolos se respetan
El secretario de Salud Jalisco, Fernando Petersen Aranguren, informó que este miércoles arribó el crucero Carnival Panorama, el cual era uno de los barcos que hace unos días presentaba casos activos de COVID-19. Sin embargo, ya desembarcó pasajeros y tripulantes, por lo que esto es un mensaje de que en Puerto Vallarta no hay ningún problema de que lleguen los navíos; al contrario, este destino requiere de los turistas.
Puerto Vallarta continúa recibiendo cruceros y han desembarcado pasajeros y tripulantes. Por ejemplo, este martes se registró un doble arribo: el Ruby Princess con mil 85 pasajeros y 947 tripulantes; y el Majestic Princess con 954 pasajeros y mil 164 tripulantes.
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Mientras que este miércoles arribó el Carnival Panorama con 2 mil 359 pasajeros y mil 519 tripulantes y el Norwegian Bliss con mil 392 pasajeros y mil 588 tripulantes.
“Lo que no necesitamos son enfermos y menos gente que pudiera contagiar a la población de Puerto Vallarta; por ende, ya hemos tenido pláticas con ellos y estamos entendidos que lo que queremos es cuidarlos a ellos, a la población de Puerto Vallarta y cuidarnos todos”.
Comentó que navieras y aerolíneas han sido sus propios autorreguladores, porque llegan a un cierto punto que no tienen personal de tanto que se infectan:
“Lo que queremos dejar en claro es lo que el señor gobernador dijo, que el puerto está abierto, todos son bienvenidos pero las leyes de la Ley Sanitaria y la Ley Aeroportuaria son muy claras, no hay entrada a enfermedades; queremos que baje toda la gente y que esté sana”.
Explicó que en el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta también se aplican los protocolos de sanidad; lo que cambia es el tiempo, ya que cuando uno sale de una terminal aeroportuaria se les pide que tengan esquema de vacunación y PCR igual que en el barco.
Sin embargo, un vuelo toma unas pocas horas y el barco dura días, por lo que se observaba que de un día para otro se tenían tres casos; luego se va a nueve, lo cual indica que ahí hay un brote agudo. Los vuelos duran dos, tres o cuatro horas como mucho y los cruceros varios días, por lo que la transmisión, y más con Ómicron, es muy rápida.
