A mediados del siglo XX, sin embargo, estos reptiles estuvieron al borde de la extinción en la región debido a la caza desmedida. Para contrarrestar esta situación, en 1970 se implementó una prohibición permanente de caza de cocodrilos a nivel nacional, lo que ha permitido una lenta pero constante recuperación de su población.
A pesar de ello, aún persisten mitos y temores infundados sobre una supuesta “infestación” de cocodrilos en la región, cuando la población actual no supera los 300 ejemplares, incluyendo crías, jóvenes y adultos reproductores, según indican los expertos.
Cabe señalar, que el hábitat de los cocodrilos en Puerto Vallarta se ha reducido drásticamente en un 90% desde principios del siglo XX, principalmente debido a la expansión de la agricultura y el desarrollo turístico.
Empresas como Montgomery Fruit durante las primeras tres décadas el siglo XX; así como el desarrollo de Nuevo Vallarta y Marina Vallarta en la última parte del mismo siglo, sumando Vidanta en los últimos años, han contribuido significativamente a la destrucción de los manglares, lugares fundamentales para la supervivencia de estas especies.
Además, la difusión de noticias falsas a través de las redes sociales ha generado una aversión cada vez mayor hacia los cocodrilos, llegando incluso al sacrificio cruel de estos animales. Es crucial recordar que los cocodrilos desempeñan un papel fundamental en el ecosistema de la región, y su desaparición podría provocar un desequilibrio significativo en la biodiversidad local.
Los cocodrilos son una parte integral de la historia y el ecosistema de Puerto Vallarta, y su conservación es esencial para mantener el equilibrio natural de la región; además de que pueden llegar a ser una fuente de ingresos por medio del turismo sustentable