Pensamientos dichos… en voz alta
Porque Colosio cuando lo de Colosio
“México no quiere aventuras políticas, no quiere saltos al vacío, no quiere retrocesos a esquemas que ya estuvieron en el poder y probaron ser ineficaces, México requiere democracia, pero rechaza su perversión que es la demagogia”; “No queremos candidatos que, al ser postulados, los primeros sorprendidos en conocer su pretendida militancia en el Partido, somos los propios priistas”; tristemente, para la historia de nuestro país, las frases de Luis Donaldo siguen vigentes, la dureza de sus palabras desnudaron una realidad invisible para la mayoría de la clase política miope a la realidad social de ese entonces, de hoy y parecería que de siempre.
Como cada 23 de marzo y hoy más que nunca, gracias al uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los videos que muestran su asesinato se harán virales en la web y redes sociales al igual que los crudos discursos a los cuales se les atribuyen su muerte, y los cuales parecería que solo son importantes bajo el contexto de la tragedia.
Lo verdaderamente importante en los análisis que, sobre Luis Donaldo Colosio se hacen, no es como murió, sino como vivió y sobre todo el aprendizaje que dejo a las nuevas generaciones en dos vertientes, la primera, la nueva manera de hacer política que se inauguró con el asesinato del entonces candidato y el rompimiento entre estado y candidato oficial al menos en la línea discursiva lo cual refrescaba la forma de llegar a una población que reclamaba el liderazgo de alguien cercano a las grupos sociales más vulnerables.
El no ver de manera integral la vida de Colosio seria abonarle la historia trunca que el estado mexicano siempre nos ha querido vender, sin duda Luis Donaldo tenia defectos y era parte de un sistema político que daño severamente al país, su candidatura impuesta por Salinas de Gortari de alguna manera dañaba la buena imagen que el candidato tenia y que gracias a la dureza de sus discursos logro mantener ante la mayoría de la población, lo que es cierto es que la forma en que él veía la país era novedosa, su idea de nación inspiraba a la esperanza de que podríamos aspirar a un modelo de desarrollo que lograra sacarnos del enorme bache en el que aún estamos metidos, su idea de acrecentar los índices de desarrollo y eliminar la pobreza lograban cautivar a los mexicanos.
Desafortunadamente, nunca sabremos el futuro que hubiésemos tenido si Colosio no hubiera sido asesinado y ganado las elecciones llegando a la presidencia del país, lo que es un hecho es que este magnicidio anticipaba la crisis económica que la nación vivía en 1994, su muerte fue un síntoma de una evidente inestabilidad política e incertidumbre financiera, libero un hedor tan fuerte que manifestaba algo muy podrido en la república.
Pero porque Colosio cuando lo de Colosio, Luis Donaldo parecía la victima perfecta, su asesinato tan inexplicable estremeció a la nación completa y le arrebato el papel de héroe social que el PRI propuso al comienzo de ese proceso electoral, hombre fiel a su partido a Colosio solo se le reconocen virtudes personales sin embargo poco se habla de su proyecto de país, poco se recuerda su ideario para el logro de sus objetivos y promover el desarrollo de la nación, desafortunadamente la victima borro al estadista.
El hecho es que el asesinato de Colosio genero un imaginario social, la idea de un hombre que pudo haber sido el mejor presidente de la historia solo porque no llego a ella es romántica e ilusoria, el asesinato de Luis Donaldo se dio en medio de una de las crisis sociales, políticas, económicas y de credibilidad más grandes que el país haya vivido y de alguna manera la masividad de problemas en conjunto diluyo cada uno de manera particular.
La vida y muerte de Colosio parecería que se ha vuelto un tema de una sola generación, el tiempo se ha encargado de irla desapareciendo y más en un país con la cultura de que todo sucede y nada pasa, poco a poco, con el transcurrir de los años se aleja cada vez más, y sobre todo en las nuevas generaciones, la imagen de aquella tarde en una lejana colonia de la frontera norte del país llamada Lomas Taurinas, en donde de manera artera, vil y cobarde fue asesinado el entonces candidato del Pri a la presidencia de la república, Luis Donaldo Colosio Murrieta.
La vida de Colosio no se reduce a ser un buen hombre, los propios homenajes que se hacen el día de su aniversario luctuoso no le hacen justicia ni reflejan el ideario de un hombre que creía fielmente en el liberalismo social, en la justicia y en la democracia, pero sobre todo en la regeneración de su partido político con ideas novedosas, democráticas y alejadas de la enorme corrupción que invadió al estado mexicano, creía fielmente en la juventud y en una nueva generación de ideas, pero sobre todo tenía algo que sin duda la clases política del país ha perdido, el amor por su patria, por su gente y la pasión social para pensar en el bien común por encima del interés personal que actualmente domina el ambiente en la política, pero claro estos son solo pensamientos dichos… en voz alta.