Violencia contra las niñas y niños en México

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El lunes, Joshua Alexander, de apenas 6 años, falleció en un hospital de Puerto Vallarta, Jalisco, después de haber estado 5 días hospitalizado por traumatismo craneoencefálico. Con el mismo diagnóstico, Byron falleció la mañana del martes en el municipio de La Paz, Estado de México.

Las causas de la muerte de Joshua no se han esclarecido, pero se presume que fue víctima de violencia doméstica, incluso se llegó a pensar que había sido víctima de abuso sexual. Con respecto a Byron, se determinó que había sido brutalmente golpeado por una pareja de cuidadores que se hacían cargo de él mientras su mamá trabajaba.

Según datos del Senado de la República, más del 60% de los niños y adolescentes en México sufren de violencia física o psicológica dentro de sus hogares. El confinamiento ha encerrado a nuestros niños y a sus padres o tutores. Igual que con la violencia hacia las mujeres, la que se ejerce hacia los niños se ha incrementado y no hay mucha información al respecto.

El 12 de enero de este año entró en vigor la reforma a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y el Código Civil Federal, aprobada por unanimidad en el Senado, el 23 de septiembre y el 11 de diciembre de 2020 en la Cámara de Diputados.

El fenómeno de la normalización de la violencia no afecta sólo a mujeres, sino a todos los mexicanos que nos hemos acostumbrado a ser víctimas o victimarios. No hemos logrado ser una sociedad empática y respetuosa.

En muchos hogares el castigo corporal para los niños es cotidiano. Todos hemos vivido métodos correctivos, incluso en las escuelas, que van desde un grito, pellizcos, coscorrones y nalgadas, hasta quemaduras y golpes que, con la fragilidad de los niños, resultan mortales. Tal fue el caso de Byron y Joshua.

Las investigaciones realizadas por la Organización de las Naciones Unidas sugieren que en todo el mundo el 20% de las mujeres y entre el 5% y el 10% de los hombres sufrieron abusos sexuales durante la infancia. Para la OCDE, México ocupa el primer lugar de violencia y abuso infantil.

Cada día mueren 3 niños o niñas por esta causa. En los últimos años casi 318 mil niñas fueron atendidas en algún servicio de salud por haber sido víctimas de violencia sexual.

Estos datos son alarmantes y requieren atención de las autoridades y de las redes de apoyo de esos niños. No me refiero exclusivamente a los miembros de sus familias o amigos.

En caso de notar que algún niño o niña en nuestro entorno puede padecer violencia, es nuestra obligación denunciar y las autoridades son las responsables de velar por su integridad. No sabemos si a esa personita le podemos estar salvando la vida.