Vallartenses y badebadenses disfrutan del río Mascota durante Semana Santa

Se contabilizaron centenares de personas que gozaron de lo fresco del río y pasaron una tarde familiar.
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Vallartenses y badebadenses disfrutan del río Mascota durante Semana Santa

Como ya es tradición en estas fechas, los ríos de la región se han convertido en una alternativa para los que viven en el destino, ante el lleno de las playas en este periodo vacacional de Semana Santa y Pascua. Es por ello que vallartenses y badebandenses durante este Viernes Santo y Sábado de Gloria se posicionaron en la ribera del río Mascota, en “el paso del Guayabo”, en la delegación de Ixtapa, en Puerto Vallarta, para refrescarse, convivir y pasar estas festividades en familia.

Llegaron desde temprano en sus vehículos cargados con sillas, mesas, hamacas, asadores, comida y hasta con las mascotas para pasar la tarde en el río que, aunque ha bajado su cauce, todavía permite a través de algunas fosas y especies de albercas, bañarse y que los niños “chapoteen”, se avienten clavados o se diviertan a bordo de inflables.

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Dada las playas que se han hecho en el río, fueron utilizadas para posicionar sus carpas, los árboles para amarrar sus hamacas y reposar en la sombra, se acomodaron las mesas y se prendió el carbón para la carne asada, otros más se llevaron las tarrayas para pescar, ya sea una lisa, unos camarones o sólo para no perder la costumbre y el oficio.

El clima fue muy favorable, hubo sol, pero corría aire fresco y el agua estaba refrescante, además que el lugar es muy amplio para estacionar sus vehículos y se convive con la flora y fauna del sitio.

Además de que también hubo oferta gastronómica por quienes todos los años hacen su vendimia de churritos, ceviche, pan, bebidas espirituosas y hasta músicos que van a alegrar la tarde campirana, por lo que también se reactivó la economía de esta zona de paso entre Ixtapa y San José del Valle.

Durante el fin de semana se contabilizaron centenares de personas que no salieron de vacaciones a otros lugares por sus trabajos. Pasaron allí horas, comieron, se bañaron, descansaron, convivieron, y ya por la tarde-noche se iban retirando con las pilas cargadas para iniciar la próxima semana de Pascua con nuevos bríos.

MAEP

Isrrael Torres