Un vallartense representó a México en Mundial del Trompo
En tiempos de confinamiento social por el COVID-19, una buena opción para entretenerse y convivir en familia es el tradicional juguete del trompo, que ante los modernos celulares y otros aparatos tecnológicos pareciera estar en peligro de extinción.
Puerto Vallarta tiene una joya en esta disciplina; se trata de Kelvin Valente Carmona Yerena, campeón regional y estatal, incluso representó a México en el Mundial del Trompo celebrado en Cleveland, Estados Unidos, donde obtuvo el octavo lugar, entre 50 países.
Desde niño se sintió atraído por este juguete, pero hace 6 años se dedica profesionalmente a practicarlo, actualmente tiene 22 años y entrega mucho de su tiempo en fomentar su uso, entre las nuevas generaciones para contribuir en el rescate de los juegos tradicionales mexicanos.
FOMENTAR EL SANO JUEGO
Cada año dedican dos meses a hacer una gira, por todas las escuelas que se los permiten, aunque ahorita por la pandemia no han podido hacerlo. Su programa incluye introducción a lo que es el trompo, exhibición e invitación a los campeonatos que organizan.
A los que se interesan, citan en alguna plaza pública o céntrico punto, para hacer talleres, juegos y competencias entre los niños.
Pertenece a la Asociación Mexicana del Trompo, que preside Marco Palma, con quienes ha desarrollado diferentes trucos y técnicas básicas de exhibición, como son: el dormilón, pala, cohete, carrusel, elevador, puente, trapecio, toboganes, órbita, revolución y el trompo a la uña.
COMPETENCIA DIFÍCIL CONTRA LA TECNOLOGIA
Kelvin ha hecho del trompo un fiel compañero:
“Desgraciadamente estamos en la era de la tecnología, no la podemos parar, pero nuestro trabajo es rescatar el trompo, soy profesional en eso…está complicado ganarle a un Xbox, tableta o celular”, expresó.
Sin embargo, eso no le baja el entusiasmo:
“Hay muchísimos niños que no tienen posibilidad de contar con esos aparatos, entonces a ellos nos acercamos y enseñamos a jugar al trompo, que es muy sano para ellos”, subrayó.
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