Sin programa para atender a personas en situación de calle

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Drogadicción, alcoholismo, problemas de salud mental, ruptura familiar y falta de trabajo son los problemas más comunes que han orillado a decenas de personas a vivir en las calles de Puerto Vallarta. La situación se ha recrudecido en los últimos meses y el número de indigentes se ha disparado, sin embargo, las autoridades de los tres niveles de gobierno se han hecho de la vista gorda en los últimos años y apenas se han hecho tímidos esfuerzos para visibilizarlos. 

El Sistema DIF realizó cuatro recorridos en 2022 en puntos donde se aglomeran personas en situación de calle. Hicieron una relación de 79 hombres y mujeres a los que les preguntaron cómo es que llegaron a ese punto. 

“En los últimos nueve años ninguna administración se hizo cargo de la situación, le sacaron la vuelta. Esto deriva del rompimiento del tejido social, problemas de casa, la gente decide salirse de su domicilio y permanecer en calle, de ahí temas de alcoholismo, drogadicción y hay mucha gente que padece salud mental, para ayudar a estas personas”, informó Roberto Ramos, director del DIF Municipal en Puerto Vallarta. 

Después de estos acercamientos, el organismo de ayuda a personas vulnerables logró reunir a 14 indigentes que se vinieron a Puerto Vallarta y perdieron contacto con sus familias. Muchos de ellos son de Guerrero, Michoacán y de la Zona Metropolitana de Guadalajara.  

“Está el caso de una persona que era de Michoacán, pero dormía en el parque Hidalgo y ya tenía 10 años en situación de calle, compartía el espacio con una persona de Zacatecas, seguido la Policía los retiraba del lugar y se iban a otra parte. Nadie les había ofrecido reintegrarlos. Él tenía los datos de sus familiares, pero no se comunicaba con ellos por miedo. Nosotros hicimos las llamadas y fue impactante porque su mamá pensaba que desde hace años estaba muerto. Le pagamos el camión foráneo para que se rencontrara con su familia”. 

Personas conviviendo en la calle

También existen otros 6 casos de personas que se han enterado de esta política y han pedido ayuda para ser reintegrado con sus familias. 

El año pasado el pleno del Ayuntamiento aprobó el entregar en comodato al DIF unas oficinas en la colonia Agua Azul donde se pretende instalar un albergue para personas vulnerables, pero no se ha llevado a cabo por falta de recursos para el equipo y la nómina de los trabajadores sociales, médicos, psicólogos y demás trabajadores que tendrían que ser contratados. 

También hay personas que han solicitado apoyo para salir de su situación de calle y ser reintegrados a la sociedad. 

“Hay una pareja que vivía en las tuberías del Malecón. Ellos antes rentaban, pero se les terminó el dinero y se fueron a la calle. Trabajan haciendo pulseras y resguardaban sus mochilas en una tienda departamental pagando 10 pesos. Vinieron a pedir ayuda y se les brindó asistencia social, rentaron otra vez una casa y se les apoyó con el tema de despensa, blancos y otros enseres y aún se les continúa apoyando”. 

Por su parte, la coordinadora regional del DIF Jalisco, Analí Marcelo, señaló que aún no se ha realizado una estrategia entre la Dirección de Ayuda Humanitaria de la dependencia y entre el DIF Municipal. 

Persona sentada en una banca

“En marzo se publican las reglas de operación, a quien le compete es al municipio”, mencionó la funcionaria estatal, a lo cual agregó que cuando ha llegado una situación en dichas condiciones, al no tener dinero el DIF Municipal, se han cooperado entre los trabajadores de la Unirse para enviar a las personas a su lugar de origen”. 

En Puerto Vallarta no hay asociaciones civiles que brinden albergue a los indigentes, pero algunas les dan comida o los dejan bañarse. 

En recorridos que ha realizado CPS Noticias y Tribuna de la Bahía, recientemente se dio cuenta de un campamento que hicieron personas en situación de calle en la ribera del río Cuale, o también en la colonia 5 de diciembre los vecinos han reportado que se han adueñado de banquetas. En el estadio Agustín Flores Contreras es otro punto donde se les ve todos los días o en parques cuyas bancas se transforman en su cama. 

Rechazados por la sociedad, sigue sin existir un programa integral donde se involucren los tres niveles de gobierno para reintegrarlos a la comunidad.

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Carolina Gómez Aguiñaga