Sean “Diddy” Combs es absuelto de trata y crimen organizado, pero condenado por delitos federales vinculados a prostitución

Tras semanas de juicio, “Diddy” es parcialmente condenado, el fundador de Bad Boy Records podria enfrentar hasta 20 años de prisión.
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Sean Diddy Combs

El reconocido productor musical y empresario Sean “Diddy” Combs fue declarado culpable de dos cargos relacionados con el transporte de personas con fines de prostitución, pero fue absuelto de las acusaciones más graves que enfrentaba, conspiración criminal (racketeering) y trata sexual.

El veredicto llega tras un juicio de siete semanas en el que testificaron 34 personas, incluidos excolaboradores, exempleadas y exparejas sentimentales del artista, entre ellas la cantante Cassie Ventura, cuyo testimonio fue central en el caso.

Combs, figura clave en la popularización del hip hop durante los años 90 y fundador de Bad Boy Records, enfrentaba cinco cargos.

Tras solo 13 horas de deliberación, el jurado compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres lo declaró culpable de dos cargos federales bajo la Ley Mann.

El fallo fue leído por el presidente del jurado en una sala repleta, marcando una derrota importante para la fiscal Maurene Comey, quien lideró el equipo que durante seis semanas trató de convencer al jurado de que Combs encabezaba una red criminal de explotación sexual.

A pesar de la presentación de 34 testigos y una serie de pruebas audiovisuales, los cargos más serios no lograron ser probados más allá de toda duda razonable.

Acusaciones que marcaron el juicio

Las imputaciones contra Combs surgieron a raíz de una demanda presentada por su exnovia, la cantante Cassie Ventura, en 2024, que fue rápidamente resuelta con un acuerdo extrajudicial por 20 millones de dólares.

No obstante, esta acción desencadenó una serie de denuncias que culminaron en su arresto en septiembre de 2024 y su posterior imputación formal por tráfico sexual, crimen organizado y prostitución.

Según los fiscales, Combs habría utilizado su poder, riqueza e imperio empresarial para liderar lo que denominaron una red criminal basada en la coerción, la violencia y la explotación sexual.

Las acusaciones se centraron en los llamados “freak-offs”, eventos descritos como orgías abusivas prolongadas, donde las mujeres eran manipuladas, drogadas, amenazadas y a veces grabadas sin su consentimiento, con supuestos fines de chantaje.

Testimonios e impacto mediático

Entre los testimonios más contundentes estuvo el de Cassie Ventura, quien denunció años de abuso físico, control psicológico y coerción sexual.

Se presentó además un video de 2016 que muestra a Combs golpeándola en un hotel. También declararon una asistente personal, otra expareja bajo el seudónimo de “Jane”, y el rapero Kid Cudi, quien afirmó que su auto explotó luego de haber sido amenazado por Combs por mantener contacto con Ventura.

Además de las acusaciones penales, más de una docena de demandas civiles por agresión sexual han sido interpuestas contra el magnate, algunas de ellas remontándose a la década de 1990, lo que ha revelado un patrón sistemático de conducta violenta y abusiva.

Cargos y decisión del jurado

El jurado determinó que no existían pruebas suficientes para probar que Combs dirigía una red de crimen organizado o que hubiera incurrido en trata de personas. Sin embargo, lo halló culpable de violaciones a la Ley Mann, que penaliza el transporte interestatal de personas con fines de prostitución.

Uno de estos cargos está relacionado con Cassie Ventura y otro con una mujer identificada como “Jane”. Ambos delitos federales conllevan penas de hasta 10 años de prisión cada uno, lo que podría significar una condena de hasta 20 años.

Sean Combs permanece detenido en una cárcel federal de Brooklyn a la espera de una audiencia de sentencia. Pero todo indica que la defensa buscará una sentencia reducida, mientras la fiscalía evalúa si apelar aspectos del fallo.

El veredicto ha puesto en entredicho el legado de uno de los íconos más influyentes del hip hop moderno. Aunque libró los cargos más severos, la condena federal representa un golpe grave para su imagen y legado.

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