Renovación en el 2024

0
108

El 2024 está a la vuelta de la esquina.

La pregunta obligada: ¿qué necesita México de nosotros?

En el gobierno requiere una nueva generación de políticos, no reciclados de otras épocas, ni parásitos del gobierno federal por años, brincando de puesto en puesto, perfectamente identificados, salvo honrosas excepciones de servidores públicos de excelencia.

Necesitamos funcionarios de primer nivel con auténtica vocación de servicio y capacidad probada.

Necesitamos un gabinete de apoyo al presidente con expertos en su responsabilidad y con un prestigio personal de capacidad probada.

No queremos un gabinete de sumisos, que están en ese puesto por amistad, pero sin ningún antecedente de éxito en la responsabilidad recibida.

Hablando del presidente, lo que necesitamos es un elemento de unión de los mexicanos, una persona que hable con la verdad, una persona que tenga la visión de estado con todo lo que eso implica, correspondiente al crecimiento lógico y con calidad de nuestro país y no una visión limitada de un ranchero con poder.

Necesitamos que la juventud participe en las decisiones del futuro del país y eliminar democráticamente a “dinosaurios” que siguen incrustados en el poder, que siempre han vivido del erario público aparentemente con un ingreso únicamente con pagos de sueldos, y sin embargo, con sospechas de enriquecimientos cuantiosos de muchos de ellos.

Necesitamos aspiracionistas, que se valore el deseo de superación y que no se vea como un estigma y sea usado para denostar a una persona públicamente, como es usual en este régimen.

El próximo presidente que será elegido en el 2024, podrá venir del partido en el poder o de la unión de la oposición. Venga de donde venga, elegido en forma democrática, ante todo, tendrá que tener una gran comunicación con todos los mexicanos de todos niveles económicos y sociales, dar seguimiento a los apoyos sociales de adultos mayores, regular los apoyos monetarios con más control, no mentir, cumplir lo prometido y respetar la Constitución y las leyes.

Tendrá una gran labor de restauración en decisiones y proyectos fallidos de este gobierno, haciendo las obras de infraestructura sin improvisaciones y con compromiso de éxito y no como ha sucedido con los grandes proyectos actualmente en proceso.

Tendrá que revisar la “cordialidad” existente actualmente con el crimen organizado, cuyo poder ha crecido enormemente, revisar las múltiples labores encargadas al ejército, que no tienen nada que ver con la enseñanzas y prestancia de egresados del Heroico Colegio Militar y sobre todo, restaurar la confianza de todos los mexicanos en su presidente y su equipo de trabajo, situación que actualmente está en completo deterioro.

Por esas razones debemos de luchar a brazo partido por una, “renovación en el 2024”.