Reclusorio de Vallarta sin coronavirus
El Reclusorio de Puerto Vallarta se mantiene sin contagios de coronavirus, informó su director, el maestro Jorge Eduardo Díaz Santana Vázquez, quien recordó que desde el 5 de marzo aplicaron el Protocolo Penitenciario Jalisco de Prevención y Detección Temprana del COVID-19, extremando medidas de higiene y seguridad en los 200 trabajadores, de todas las áreas de este centro penitencial, así como a los 532 hombres y 41 mujeres privados de su libertad.
Desde hace un mes se suspendieron visitas, pero los familiares siguen en contacto con los internos, de manera telefónica, y les pueden llevar alimentos y artículos de higiene, a través del departamento de Trabajo Social, también han implementado al interior una serie de actividades deportivas y de esparcimiento.
Leer para la libertad, dona libros a presos
Entre sus programas, destaca la reactivación de su biblioteca, lanzando una campaña de acopio de libros, para lo cual cuenta con el apoyo de las diferentes universidades de la localidad
Solicitó la cooperación de la ciudadanía, para renovar ese espacio, que sin duda causará mucho bien a la población recluida, tienen el plan de crear círculos de lectura, siempre con la intención de apostarle a “la segunda oportunidad de reinserción social”.
En tiempos de aislamiento social, por la contingencia sanitaria, muchas personas han dado mantenimiento a sus hogares y entre esas actividades pueden seleccionar libros, que en estos momentos serán de gran utilidad para quienes se encuentran en el reclusorio. Si tienes libros de los cuales ya hayas disfrutado y deseas que alguien más se ilustre con su contenido, los pueden entregar en Trabajo Social directamente.
Necesario material para estudiar y computación
El director del reclusorio, indicó que cuentan con dos bibliotecas, una pequeña en el área femenil y otra más grande en la varonil. Las obras que mas les gustan son: superación personal, historia, novelas, didácticas, pero todos los volúmenes y géneros literarios son bienvenidos.
Cabe recordar, que los presos también estudian primaria, secundaria y bachillerato, incluso es el primer reclusorio del país que cuenta con una carrera profesional, ingeniería Electromecánica y una serie de cursos a distancia, para lo cual faltan computadoras, y hace una invitación a empresas o particulares que de pronto renuevan sus equipos de cómputos, para que los que desechen los donen al Reclusorio.