Manuel Martínez a 54 años de crear el escudo de Vallarta

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El pintor José Manuel Martínez Peña hace 54 años diseñó el escudo heráldico de Puerto Vallarta con motivo de su elevación a ciudad el 31 de mayo de 1968. Previamente se convocó a un concurso donde el entonces joven artista resultó ganador, siendo su creación aprobada por el Congreso de Jalisco para identificar oficialmente a esta población.

Recuerda que los encargados de Cultura del Ayuntamiento se dedicaron a invitar a los pintores o aficionados para que participaran.

“Puerto Vallarta ya requería de un escudo oficial, porque se iba a presentar la elevación a ciudad, entonces fue de una manera de la búsqueda de algunos pintores, inclusive yo no supe, ni vi las obras de nadie…en aquellos tiempos se hicieron las cosas de otra manera, a sabiendas de eso me puse primeramente a estudiar lo que era una heráldica, como era sus formas claves para formular un escudo”, destacó.

El artista nació en 1942 en Cuquío, Jalisco, pero desde su infancia llegó a esta costa, incluso su papá Manuel Martínez Perales fue presidente municipal de Puerto Vallarta por lo que se considera “patasalada”; hizo sus estudios en la prestigiada Academia de San Carlos de la Ciudad de México.

Escudo de Vallarta

Desde hace cinco décadas tiene su estudio-galería privada en la parte baja de su típica casa, en la céntrica calle Hidalgo, donde nos abrió sus puertas para esta entrevista.

Explicó que al decidir concursar, determinó que la representación gráfica contendría cuatro elementos o cuartelados sobre un ancla, con sencillez como era en aquel entonces Puerto Vallarta no sujetada con cadenas sino con una cuerda festonada que también enmarca el escudo para poéticamente decir que la ciudad es hija del mar.

“Para que no hubiera mucha simetría, estéticamente tuve que formularlos diferente cuadratura. Tenía que concentrarme en cada cuadro en un elemento representativo de lo que en aquel entonces… había ideas de lo que se estaba manejando, a donde iba a ir y su raíz prematura, porque Vallarta es joven”, antepuso.  

Se inspiró en la entonces naturaleza virgen de Puerto Vallarta, la actitud de su sociedad, lo típico de su pueblito que en aquel tiempo era del río Cuale al hotel Rosita y las expectativas turísticas, también fue visionario.

En el campo superior izquierdo nos muestra los orígenes de Vallarta, ostentando la primera choza solitaria a la orilla del mar del fundador don Guadalupe Sánchez del entonces Las Peñas de Santa María de Guadalupe en 1851.

La fase superior derecha representa la vida económica de este destino, el turismo, simbolizando con el pez vela y los arcos de Mismaloya. En la parte inferior derecha plasmó el pensamiento y obra de los vallartenses que siempre tienden la mano con gran afecto y sinceridad a todas las personas que nos visitan, llegando a ostentar el titulo de La Ciudad más Amigable del Mundo.

“Ahí estoy gráficamente poniendo dos manos, una con relación a la otra externa, primero de la relación en la sociedad que existía en aquel entonces, y luego observaba yo que a pesar del poco turismo, ya se manifestaba algo de que iba a llegar el momento que llegaba gente de otras ciudades del país y extranjeros”, comentó.

Indicó que las personas ven de diferente manera los emblemas. Puso como ejemplo el símbolo de la Constitución, en el campo inferior izquierdo; dijo que al ver un libro abierto puede tener muchos significados, independientemente del que quiso dar, que fue personificar al jurisconsulto Ignacio L. Vallarta, en honor a quien se nombró municipalidad el 31 de mayo de 1918.

Escudo Vallarta

El autor recordó que al ser electa su obra, las autoridades le entregaron respectivo diploma y una pequeña gratificación económica. A lo largo de los años ha recibido algunos reconocimientos que cuelgan en su estudio y hogar.

Hoy el maestro Martínez Peña es parte de la historia vallartense. Al preguntarle su sentir al ver su escudo en el balcón presidencial, salón de cabildo y toda la documentación oficial del municipio, con sencillez respondió que es parte de su trabajo creativo, parte de su destino y aporte a su pueblo que le ha dado satisfacción.

“Quiera o no quiera es parte de su gente y del pueblo, de la existencia aquí en Vallarta, es una relación…yo así lo veo, sobre todo que se trata del gobierno que tiene el pueblo, entonces es una obra que se abre al pueblo y está trabajando, es la diferencia de una obra que se adquiere y se guarda en un gran salón, entonces este tiene una movilidad visual para la gente y que su ciudad tiene su emblema, su escudo”, subrayó.

Hizo un llamado a que el emblema sea respetado en sus dimensiones, colores y diseño, no distorsionarlo.

Miguel González Guerra