La torta ahogada, un platillo emblemático de Guadalajara, Jalisco, pero que hoy se consume en diferentes partes de México, con casi 100 años de historia, es un manjar que conquista paladares con su delicioso sabor y su mezcla única de ingredientes.
Consiste en un pan conocido como birote salado, untado con frijoles refritos, relleno de carnitas y bañado en salsa de jitomate, además de picante elaborado a base de chile de árbol, según el gusto de cada comensal.
Considerada un platillo popular mexicano, la torta ahogada se ha extendido por todo el país, siendo más popular en el occidente, y es conocida por ser una opción de comida rápida y sabrosa.
Su origen se remonta a Guadalajara, aunque existen diferentes versiones sobre su historia, se ha establecido que en los años 20 y 30 del siglo pasado, Luis de la Torre, apodado ‘El Güero’, comenzó a venderlas en el Jardín de San Francisco, junto a la Antigua Terminal de Trenes de la ciudad. Su hijo continuó con el negocio, y otros empleados como Ignacio Saldaña, también conocido como ‘El Güerito’, abrieron nuevos establecimientos para seguir con la tradición, experimentando con la salsa que es el ingrediente clave de este platillo.
Aunque la receta original de la torta ahogada incluye carnitas de puerco, existen variaciones que incorporan pollo, res, mariscos o incluso opciones vegetarianas como relleno. Jalisco, como productor de más de 300 mil toneladas de cerdo y más de 9 mil toneladas de jitomate al año, es el lugar ideal para disfrutar de este manjar.
Cabe señalar que el birote salado, pan con el que se elabora la torta ahogada, se elabora casi exclusivamente en Guadalajara, debido a su clima templado, y como se puede cocinar en horno de piedra, se hace la masa fermentada.
Aunque en el resto del país ya se sirve en un plato hondo, en Guadalajara de forma tradicional la sirven en una bolsa y le coloquen todas las salsas y acompañamientos, para después amarrar dicha bolsa y comer el alimento a mordidas.
Además, es común encontrar versiones que experimentan con la salsa, añadiendo diferentes tipos de chile al jitomate o ingredientes como col o cebolla picada para darle un toque de sabor único.
