Un hotel tradicional, con buen trato, genera huéspedes
Marcos Flores es, desde hace un año, bell boy del hotel Tropicana, su trabajo consiste en darle la bienvenida a los huéspedes, estar al pendiente de sus requerimientos y procurar que tengan una estancia agradable.
En una pausa de su trabajo, comentó que en este periodo de invierno se ha tenido ocupación alta en ese hotel, ya que se han hecho bien las cosas en la promoción y ventas, y él hace su parte con el buen trato a los visitantes.
Marcos está consciente de que su trabajo aporta valor a la experiencia de los huéspedes, y genera buenos comentarios de Puerto Vallarta en general.
El entrevistado señaló que muchos de los huéspedes son repetitivos, ya que están enamorados de este destino, del hotel y del buen trato.
“Me gusta mi trabajo porque consiste en ser un gran anfitrión para que los turistas se sientan como en su segunda casa”.
Construido a finales de los años cincuenta del siglo pasado por Máximo Cornejo Quiroz, el hotel Tropicana tiene una larga tradición, lo que le ha dejado visitantes repetitivos que han venido toda su vida, desde que eran niños.
Los bell boys, compartió Marcos, se convierten en también en guías de Puerto Vallarta, ya que muchos de los visitantes le piden recomendaciones de playas, restaurantes y recorridos, tal como los conoce la gente local.
En este caso, otra de las ventajas del hotel Tropicana que dirige Alejandra Cornejo, es que se encuentra en la calle Amapas en Olas Altas, un barrio con una gran cantidad de atractivos diurnos y nocturnos, y del que se puede ir y venir caminando hacia el malecón y el centro.
La despedida de los huéspedes también es relevante para cerrar el círculo virtuoso de atenciones.
“El trabajo inicia con la bienvenida, continua con las atenciones durante la estancia de los visitantes y termina con su salida, como una forma de motivar sus recomendaciones entre sus familiares y amigos”.
Marcos Flores, bell boy del hotel Tropicana, un ejemplo más de la calidez vallartense.