Puerto Vallarta despide al doctor Juan Luis Cifuentes Lemus, un sabio que eligió esta tierra para partir

Puerto Vallarta está de luto. La comunidad universitaria y científica nacional ha perdido este día al doctor Juan Luis Cifuentes Lemus, una de las figuras más respetadas en la biología marina y la divulgación científica en México. Y no es una pérdida lejana. El doctor Cifuentes eligió este rincón del país, este cálido puerto del Pacífico, como el lugar donde quería cerrar su ciclo de vida, y lo hizo activamente vinculado al Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara, donde trabajó durante las últimas tres décadas.
Quienes lo conocieron aquí saben que no se trataba de un académico de paso. Cifuentes Lemus se convirtió en un referente cotidiano en los pasillos del campus, un sabio amable con los estudiantes, generoso con su tiempo y apasionado con la ciencia. En 2022, la comunidad universitaria del CUCosta le rindió un homenaje en vida y le puso su nombre a una de las salas académicas del plantel. Era su casa, y así lo decía con orgullo.
A lo largo de su carrera, el doctor Cifuentes recibió al menos once doctorados honoris causa por instituciones de todo el país. Entre ellos destacan el otorgado por la Universidad Autónoma de Nuevo León en 1991, por la Universidad Autónoma de Baja California Sur en 2019, por la Universidad de Occidente en 2015, y por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo en 2009. Todos estos reconocimientos fueron expresión del respeto que la comunidad académica le tuvo por sus aportes científicos, pedagógicos y humanos.
Impartió cátedra en instituciones tan emblemáticas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fue director de la Facultad de Ciencias entre 1973 y 1977; la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), donde formó parte del cuerpo académico en Iztapalapa; y la Universidad La Salle, entre muchas otras. En total, enseñó en más de una decena de universidades mexicanas y fundó cerca de 70 programas académicos en ciencias biológicas. También fue funcionario en la FAO, la Secretaría de Pesca y el Instituto Nacional de la Pesca, y escribió más de 100 artículos científicos y 29 libros.
Pero más allá de las cifras, Puerto Vallarta despide hoy a un hombre que eligió estas tierras no sólo para trabajar, sino para vivir. Caminaba por los corredores del CUCosta como quien anda por su propia casa, compartía historias con estudiantes, ofrecía conferencias aún en la vejez, y sonreía con ese entusiasmo que sólo tienen los que aman lo que hacen. La comunidad universitaria local lo consideraba uno de los suyos.
Hoy, su silla queda vacía. Su voz no resonará más en las aulas del CUCosta, pero su legado permanece. Y este puerto que lo acogió como vecino, como maestro y como amigo, hoy lo despide con respeto y con lágrimas. Porque se va un sabio, pero también un vallartense por elección.