Hacer correctamente su tarea

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Será el 1 u 8 de junio de 2024, el día que será elegido el nuevo presidente de las Estados Unidos Mexicanos, y ese día alguien no podrá dormir de preocupación.
Será el elegido democráticamente como el próximo presidente de los Estados Unidos Mexicanos, sea “corcholatable” o de oposición.

Tendrá que esforzarse por corregir muchos errores de este régimen, que han dañado a nuestro país seriamente, y corregirlos en una forma determinante. Tendrá que aplicar la 4R de reconstrucción.

Entre otras cosas tendrá que hacer su tarea, atendiendo los siguientes temas:

  • Rehacer la unidad de los mexicanos, después de la polarización promovida por el presidente en turno.
  • Devolver la imagen respetada del presidente, evitando insultos, amenazas y menosprecios a todos sus gobernados, en forma diaria y constante.
  • No caer en el error de creer que lo sabe todo, creando un gabinete respetado y efectivo de apoyo, y no un grupo de inútiles y serviles a su lado.
  • Tendrá que revisar las funciones del ejército y la marina.
  • Deberá hablar siempre con la verdad, y no gastar su imagen con apariciones diarias, con los mismos rollos repetitivos, plagados de insultos.
  • Cuidar la correcta aplicación de recursos en proyectos emblemáticos.
  • Llevar a cabo una estrategia efectiva en la lucha contra la violencia, actualmente sin ningún control.
  • Seguir apoyando a los adultos mayores y becarios, pero revisar los dispendios en personal con fines evidentemente electorales.
  • Revivir el proyecto del aeropuerto de Texcoco, verdadera solución para la CDMX.
  • Evitar, ante todo, las mentiras dichas con frecuencia en este régimen.
  • Cuidar como prioridad las instituciones de salud, suministro de medicinas y la atención que merecen los mexicanos.
  • Rehacer los planes de educación, olvidados en este régimen.

Podría mencionar muchos asuntos más pero no quiero caer en lo que mismo que crítico, ser repetitivo en los mismos asuntos sin solución a la vista.

Pero la realidad existe, y el futuro primer mandatario tendrá que pensar en cumplir su responsabilidad desde su juramento solemne de aceptación y no decir, cuándo alguna decisión no le convenga, “no me digan que la ley es la ley”.

Como quiera que sea y quien resulte electo, tarde o temprano está obligado a “hacer correctamente su tarea”.