Mujer no identificada: Feminicidios en la bahía

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Mujer no identificada: Feminicidios en la bahí

Para sorpresa de muchos y tristeza de todos, la pintoresca, Puerto Vallarta tiene un oscuro secreto que se esconde entre sus callejones y plazas. Detrás del reluciente escaparate turístico, esta ciudad resguarda recovecos sombríos que albergan secretos lúgubres: historias de lágrimas, gritos y el llanto de víctimas inocentes que se convirtieron en presa de los pensamientos más retorcidos del ser humano.

Hasta hace no mucho, no era extraño ver a mujeres caminando solas por las calles, incluso en altas horas de la madrugada. La tranquilidad y seguridad reinaban, sin que el temor acechara en cada esquina, como ocurre en la actualidad. Las sombras que acechan a esas mujeres mientras avanzan con paso apresurado, deseando estar en la seguridad de sus hogares, son un símbolo de una realidad que no debería existir en una sociedad moderna.

Los feminicidios en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas han experimentado un inquietante aumento. No solo preocupa la cantidad de estos crímenes, sino también la escalada de la violencia de género. A pesar de vivir en la era de la hiperglobalización y disponer de información vital para reconocer y detener estos actos, el índice de violencia de género ha seguido en aumento. Los siguientes casos son solo una muestra de muchos, ocurridos desde 2018 hasta la fecha, que revelan la cruda realidad que enfrenta esta región. Es crucial diferenciar entre feminicidio y crimen pasional, ya que la raíz y la intención detrás de estos actos son radicalmente distintas.

No confundir feminicidio con crimen pasional 

En un desenlace que sacudió a la comunidad, el tribunal de enjuiciamiento dictó una sentencia de 39 años y 10 meses de prisión para Diego Israel Ahumada Tovar. Fue declarado culpable del asesinato de su esposa, Daniela Vargas, en un espantoso incidente que tuvo lugar en febrero de 2018. La fatalidad surgió de una discusión entre la pareja, que desencadenó una serie de eventos siniestros. Acompañado por su primo Diego Misael, Diego Israel llevó a Daniela en contra de su voluntad a la casa de su padre en San José del Valle. Allí, la mantuvieron secuestrada durante varios días antes de que su cuerpo fuera descubierto enterrado en un callejón de la colonia Loma Bonita en Las Juntas.

La Fiscalía reunió pruebas que implicaban a los sospechosos, y el registro de la propiedad del padre de Diego Israel mostró herramientas con tierra similar al lugar de entierro. A pesar de las negativas iniciales, finalmente confesó en el tribunal haber asesinado a Daniela por asfixia, recibiendo 39 años y 10 meses de condena por el feminicidio de su esposa. Su padre y primo fueron absueltos de participación directa en el crimen, recibiendo seis meses de prisión por otros cargos. La familia de Daniela expresó su agradecimiento a la Fiscalía por su búsqueda de la verdad y su conformidad con la sentencia.

Feminicida en Mojoneras ¿asesino serial?

El caso de un presunto asesino serial en Mojoneras ha dejado a la comunidad atónita. En 2019, Martín Salvador “N” fue condenado a 40 años y 3 días de prisión por su implicación en el feminicidio y robo de María Esther Maya Cruz de 47 años en Puerto Vallarta. Rigurosas investigaciones lo vincularon con el crimen que ocurrió en septiembre de 2017 en la colonia Las Mojoneras.

La Fiscalía Estatal recopiló pruebas y testimonios de vecinos que señalaban la presencia del acusado en la zona antes del hallazgo del cuerpo de la víctima. Tras meses de proceso legal, el tribunal de enjuiciamiento determinó una condena y la obligación de reparar el daño causado. El registro de la propiedad del acusado arrojó restos e indicios de otros asesinatos, llevando a la Fiscalía a sugerir la posibilidad de un asesino en serie. Sin embargo, ninguna confirmación ni negación oficial sobre esta investigación ha sido proporcionada, dejando incertidumbre sobre el número real de víctimas a manos del asesino de Mojoneras.

De suicidio a feminicidio, la verdad sale a la luz

Otro caso ilustra cómo la verdad puede desentrañarse desde un aparente suicidio hasta revelar un feminicidio. La Fiscalía Especial Regional del Distrito VIII en Puerto Vallarta anunció el arresto de Osvaldo “M”, sospechoso en la muerte de una servidora pública. El cuerpo de la víctima, encontrado en su vehículo en diciembre de 2020, mostraba heridas de bala, inicialmente apuntando a un suicidio. Sin embargo, las investigaciones, con una perspectiva de género, revelaron que Osvaldo “M” mantenía una relación amorosa con la víctima, desencadenando disputas fatales entre ambos.

Los hechos ocurrieron en las afueras del fraccionamiento Gastronómico de Puerto Vallarta, pues bajaron de un panorámico restaurante donde celebraron la posada de la corporación donde ambos se desempeñaban, ahí Osvaldo aparentemente disparó contra la mujer. La Fiscalía obtuvo pruebas sólidas que apuntaban a su posible responsabilidad en el feminicidio, resultando en una orden de aprehensión y presentación ante el Juez de Control. Osvaldo “M” enfrenta cargos de feminicidio y, según el protocolo legal, se presume inocente hasta que se dicte una sentencia en su contra.

Ningún golpe es amor

El expeleador de UFC, Philip “N”, también enfrenta acusaciones de feminicidio agravado en un caso que conmocionó a la comunidad. La víctima, una mujer de 46 años proveniente de la Ciudad de México, sufrió 37 lesiones que finalmente le causaron la muerte, según la necropsia. Los hechos ocurrieron el 1 de enero del presente año en San Francisco, Bahía de Banderas, cuando el imputado la agredió verbalmente y la golpeó sin motivo aparente, lo que resultó en su fallecimiento.

Después de presentar pruebas ante un Juez de Control, se dictó auto de vinculación a proceso contra Philip “N” por feminicidio agravado, con prisión preventiva oficiosa y seis meses para la investigación complementaria. Aunque el proceso sigue en curso, todavía no hay actualizaciones sobre el caso.

La belleza paradisíaca de Puerto Vallarta esconde un oscuro submundo de violencia y feminicidios. A pesar de los esfuerzos por enfrentar estos horrores, los casos que salen a la luz representan solo la punta del iceberg. La sociedad debe unirse para erradicar esta violencia y trabajar hacia un futuro donde las calles sean seguras para todas las mujeres que caminan en ellas, sin miedo a ser otra mujer no identificada.

EtiquetasFeminicidio
Danna Sabido