Familiares de desaparecidos exigen que no dejen de buscar

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Cientos de familiares de desaparecidos en México marcharon este domingo en Guadalajara para exigir a las autoridades que no descarten ninguna búsqueda, pese al ataque letal contra una patrulla policial que acudió a verificar la supuesta existencia de una fosa.

Ese ataque fue perpetrado el 11 de julio en el municipio de Tlajomulco, murieron cuatro policías y dos civiles, y según las averiguaciones se produjo cuando los oficiales acudían a verificar pistas sobre una fosa clandestina reportada en una llamada anónima a una integrante de un colectivo civil que busca a personas desaparecidas.

El gobierno de Jalisco determinó dejar de dar atención oficial a ese tipo de indicaciones de personas que no dan sus datos personales. 

“No tiene consideración del dolor que se vive día a día (…) Bajo las llamadas anónimas, es como nosotros hemos estado encontrando a esas personitas (en tumbas ilegales) y las hemos estado regresando a casa”, dijo a la AFP Virginia Ponce, cuyo hijo Víctor Hugo Meza Ponce despareció el 20 de julio de 2020.

Ante la falta de resultados de las investigaciones, madres, nietos, hijos de personas cuyo paradero se desconoce realizan constantemente expediciones con picos y palas en varios puntos inhóspitos e inseguros de México, y en algunas ocasiones han sido atacados por criminales incluso cuando las han realizado custodiados. 

“Basta de simulación y desprecio por parte de las autoridades, queremos que continúen las búsquedas como deben de ser, con resguardo” policial, dijo a la AFP María Guadalupe Aguilar, cuyo hijo, José Luis Arana, desapareció 17 de enero de 2011.

Sectores de Tlajomulco se han convertido en auténticos cementerios. Unos 200 cuerpos han sido encontrados allí en fosas clandestinas este año, un fenómeno ligado a guerras entre cárteles, aunque no todas las víctimas estén involucradas en delitos.

Jalisco es el estado mexicano con más desaparecidos, unos 15 mil de un total de 111 mil 200 registrados desde 1962 hasta la fecha en todo el país, según datos oficiales.

Desde 2006, cuando fue puesta en marcha esa ofensiva con participación del Ejército y la Marina, México acumula unos 350.000 asesinatos, la mayoría atribuidos a las organizaciones narcotraficantes.