Emergencia de la sociedad civil, será protagonista

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* En Puerto Vallarta estamos atentos a la ruta que están siguiendo los partidos a contender en 2024.

* “Demasiados diablos para tan poca agua bendita”.

* La migración en Movimiento Ciudadano Jalisco.

 

Como empresario y líder empresarial he tenido la oportunidad de asistir a reuniones donde hemos escuchado a todo candidato que pretenda ser escuchado y que esté dispuesto a abrir un foro de análisis con el empresariado regional. El día domingo 25 de junio tuvimos un diálogo franco y abierto con Marcelo Ebrard.

Marcelo abrió el diálogo con una corta, pero muy ilustrativa panorámica de lo que le depara a nuestro país en el terreno socioeconómico, en los siguientes meses de este año y en el 2024.

Por respeto a los participantes de esta reunión y del propio excanciller, sólo puedo hacer mención de los comentarios que yo vertí en lo personal en la mencionada reunión.

Mis comentarios fluyeron en que, desde mi personal punto de vista, la elección del 2024 va a ser un escenario distinto al del 2018, y del 2021, ya que el gran protagonista en el 2024 será la emergencia de la sociedad civil.

Dan constancia las marchas que se han dado en todo el país, desde la del 26 de noviembre del 2022 donde la sociedad civil en forma voluntaria y espontánea salió a la defensa del INE y, las dos últimas celebradas en este año.

Hice referencia a que nos encontramos como país en un escenario muy positivo, y que en un futuro inmediato nos podemos convertir en una sólida economía gracias al nearshoring.

Los analistas económicos en este tema hacen referencia que para que México tenga estos alcances hacen falta 2 requisitos: Disminuir y de ser posible erradicar la incertidumbre política y la incertidumbre regulatoria.

La gran alternativa que tenemos como país es producto de la guerra de Rusia y Ucrania, de la confrontación de los Estados Unidos y China en el terreno comercial, de la inflación, de la cantidad considerable que envían nuestros paisanos radicados en los Estados Unidos y por algunas causas más de origen externo.

La reunión fue franca y abierta, y creo que cada uno de los presentes quedamos satisfechos con el excanciller Marcelo Ebrard.

La gran diferencia de ser un ciudadano común que, por supuesto es un aspiracionista y trabaja para construir una sociedad más justa y equitativa, y que aspira a consolidar una familia con mejores estándares de vida y sobre todo que una de sus metas es que sus hijas e hijos sean ciudadanos socialmente responsables.

En contraparte un ciudadano que se dedica profesionalmente a la política, su visión de futuro es diferente.

Los políticos fijan sus metas por lo general en su próxima posición política a conseguir, y solo basta mirar al 2024 para entender esta visión la cual se repite a nivel federal, estatal y municipal. Donde es notorio que los políticos piensan a un corto plazo, es decir en el año 2024. Y como dice el dicho, en cada contienda política hay “demasiados diablos para tan poca agua bendita”.

Entre las corcholatas una sola persona será el o la candidata por Morena, y al igual en el bloque opositor.

Y cuando uno de esos precandidatos se presenta como la opción única y mejor para sacar adelante al país, y se le cuestiona suavemente… ¿Qué vamos a hacer en nuestro México si no eres el o la candidata?, la respuesta es inmediata, y además de inmediata es clásica la respuesta política: “Yo nunca pienso en el NO se puede, prefiero pensar en el cómo SÍ se puede”.

En fin, así es la clase política hasta que la vida nos demuestra lo contrario.

Y algo importante qué hay que añadir es que lo que sucede a nivel federal no necesariamente sucede a nivel estatal, y mucho menos a nivel municipal.

Nos encontramos de cara al 2024, habrá elecciones concurrentes; el proceso más grande que nuestro país haya experimentado.

En Jalisco tendremos elecciones para gobernador, diputados y presidentes municipales. Y en Puerto Vallarta, por supuesto que estamos atentos a la ruta que están siguiendo los partidos a contender en el 2024.

La política es veleidosa y circunstancial pero los políticos lo son más.

Nada está definido en ninguno de los niveles de gobierno, a nivel nacional ¿qué pasaría si la alianza opositora con él o la candidata que lancen a la contienda electoral, representa un o a una verdadera contendiente y aprieta electoralmente al partido en el poder?, la experiencia de Coahuila es bastante ilustrativa.

En Jalisco también existe incertidumbre. El aspirante a candidato a gobernador que no sea electo por el partido Movimiento Ciudadano, ¿aceptará el resultado o migrará a otro partido? ¿Cuál sería la repercusión en Puerto Vallarta…? ¿Quién se iría de los del MC a nivel local con este migrante político?

Existen más preguntas que respuestas. ¿Volveremos a tener una elección municipal de tercios?

Y la gran interrogante es ¿la sociedad civil organizada, la que se ha manifestado libre y voluntariamente, podrá influir en el resultado electoral?

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