“El mundo te pertenece, ve por él”.
La lucha de clases que tanto critica el gobierno actual, es algo que existe hace milenios, desde los sumarios, egipcios, los romanos, el imperio otomano e historia reciente en cualquier país desarrollado.
Siempre habrá familias con una estatura social y económica diferente, sea por herencia o forjada en una o más generaciones.
Inclusive hay familias que tienen influencia y éxito a nivel mundial desde hace décadas en la fabricación de automóviles, ropa, tiendas departamentales, medicinas y otras muchas disciplinas, por su esfuerzo y dedicación.
Que pase esto en un país progresista no es motivo de preocupación ni de envidia, o de ataque a los que tienen más que otros, sino procurar que haya más empresas exitosas, con beneficios económicos, que haya empleos dignos y bienestar en todo este movimiento económico, con la intención de reducir la pobreza en el país.
En algunos países esta diferencia no es aceptada, no se acepta el éxito, como en nuestro actual gobierno, poniendo etiquetas de maldad a todos los empresarios exitosos en el país, denostándolos cada día, fomentando una lucha de clases que nunca antes ha existido, a base de calumnias y mentiras.
En cualquier nación del mundo siempre habrá diferencias de todo tipo, de cultura, de preparación, económicas, sociales, de escolaridad, de trabajo, de manera de pensar, de educación.
Y ese mosaico de diferencias es lo que le da versatilidad a un país.
Creer que puede haber una sociedad igual, en aspiraciones, en disciplina, en riqueza, en deseo de superación, en esfuerzo es imposible y la historia lo comprueba.
Lo ideal es que todo mundo tenga la oportunidad de superación, con resultados y con satisfacción personal.
“El mundo te pertenece, ve por él”.
