Dictan 96 años a asesino de padre e hijo en Magisterio

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Héctor Juárez Bautista recibió la pena máxima tras haber asesinado a sangre fría a un padre y su hijo adolescente en mayo del 2020, cuando se metió a su casa a robarles sus pertenencias. La sentencia fue por 96 años 8 meses y una reparación del daño de 880 mil pesos, más 72 mil por terapias psicológicas y todavía por cuantificar los gastos funerarios de las víctimas y los médicos de la sobreviviente.

La audiencia de individualización de sanciones y pago de reparación del daño inició a las 11:19 am de este jueves, para determinar la sentencia de Héctor Juárez Bautista después que el juez Luis Daniel Canales dictó que era culpable de los delitos de homicidio calificado, tentativa de homicidio y robo calificado tras meterse a robar a una casa donde mató a un padre y su hijo, Felipe de Jesús Peña Contreras y Ricardo Felipe Peña Enríquez de 14 años, dejando herida a la madre, Lourdes Magdalena Enríquez Benítez.

No hubo ningún familiar que acompañara al asesino, quien apareció tranquilo con la vestimenta color caqui del Penal de Ixtapa. Por otro lado, la víctima que sobrevivió prefirió no acudir, luego de casi dos semanas de juicio.

La fiscal Blanca Leticia Zarco García expuso que una vez esclarecidos los hechos donde se afirmó que el detenido es penalmente responsable, solicitaba la pena máxima, pues Felipe de Jesús estaba próximo a jubilarse y estaba por emprender un viaje junto a su familia, al igual que su hijo adolescente tenía toda la vida por delante.

Mientras tanto, Lourdes Magdalena, quien sobrevivió brutal ataque, tiene un serio menoscabo en su salud, pues tras ser apuñalada lleva varias cirugías tras dañarse su hígado, además del estrés postraumático que sufre al haber visto morir frente a sus hijos tanto a su pareja como a su hijo menor de edad.

Ella vio las estocadas mortales en el corazón de su esposo y su hijo, aunque el niño le pidió a su agresor que parara y al contrario, de su parte se escucharon gritos de batalla y festejo, narró la funcionaria.

En la audiencia se señaló que el sentenciado tuvo oportunidad de desistir y haber huido con el botín sin necesidad de matarlos, pero él prefirió apuñalarlos. Tras quedar en el piso sin vida y ella fingiendo estar muerta, Héctor continuó revisando la casa y hurgando los cajones sin remordimiento.

Por todo lo anterior, la fiscal exigió la pena máxima por homicidio calificado que es de 66 años y 8 meses, por la tentativa de homicidio 20 años y por robo calificado 10 años, lo cual sumaba 96 años; no obstante por el concurso de delitos la pena máxima a imponer era por 70 años .

En cuanto a la reparación del daño, contabilizó que se calculan 52 mil pesos  por rehabilitación por el daño psicológico, 20 mil para terapia de otro hijo, 150 mil en gastos funerarios más 868 mil pesos por las dos fallecidos.

La fiscal pidió una valoración posterior, pues faltaban pruebas nuevas por la totalidad de los gastos erogados de las cirugías, además que se calculaba aproximadamente 400 mil pesos por los objetos robados.

Por su parte, la defensora de oficio Blanca Esthela Mendoza Rentería indicó que el sentenciado no tiene antecedentes penales, por lo que solicitó la pena mínima y que se tuvieran en cuenta sus condiciones de vida, económicas y culturales.

El acusado no quiso decir nada antes de recibir la sentencia.

Cabe mencionar que si el homicida no tiene dinero para pagar la reparación, existe un fondo de atención a víctimas cuyo comité evalúa los casos.

Carolina Gómez Aguiñaga