Delitos sexuales infantiles ponen en riesgo turismo

El Dr. Jorge Villanueva, presidente de la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, reveló que el incremento de delitos como el abuso sexual y la violencia sexual infantil entre otros en la zona metropolitana, atenta contra la sana convivencia y a la salud del destino, por lo que es importante que tanto sociedad y gobierno puedan hacer algo al respecto. 

Explicó que estudios realizados por el Observatorio Integral Turístico (OIT) han revelado que durante la pandemia 2020-2021 se tuvo un incremento del 240 % de estos delitos, tanto en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas; es un indicador alarmante para el destino, ya que puede hacer creer que la región alberga a pederastas o personas que se dedican a atentar contra la integridad de los niños, niñas y adolescentes, lo cual podría, en años futuros, distorsionar el segmento de personas que visitan el destino. 

“La pandemia nos dejó una nueva realidad y en esta nueva realidad, el turista busca experiencias placenteras, lugares sin hechos delictuosos y alguien al saber que aquí existe tanta pornografía, tanto turismo sexual, obviamente que familiarmente no les va ser atractivo”, indicó.     

El empresario externó su preocupación y la de sus agremiados  a que este tipo de delitos puedan cambiar la imagen que han construido ambos destinos en los últimos años, que es de seguridad y un espacio familiar.

“Desafortunadamente hay como 10 ciudades en foco rojo, de esas 10 ciudades, dos están en Jalisco que es la Zona Metropolitana de Guadalajara y Puerto Vallarta, incluyendo Puerto Vallarta; sí nos preocupa porque si nos afectaría en imagen, sí puede cambiar la percepción Puerto Vallarta  tiene una imagen de una percepción de mucha seguridad,” añadió.    

Reveló que es importante poner sobre la mesa que Puerto Vallarta, incluido de facto Bahía de Banderas, se ha mantenido en semáforo rojo desde el 2013 en estos delitos, cerca de una década, lo que ha traído consigo una constante, que se disparó en la pandemia y se hizo más evidente por el encierro. 

Sin embargo, adelantó que serán los indicadores de 2022-2023, en los que ya trabaja el Observatorio, los que darán una nueva pauta para saber si esta tendencia se mantiene, baja o sigue a la alza. Mientras tanto, se debe seguir trabajando primeramente, en poner en la agenda pública esta problemática y la creación de políticas públicas de prevención y erradicación.

Concluyó haciendo hincapié en trabajar en la prevención desde el seno familiar, ya que dijo que, desde ahí proviene la raíz de la problemática.

De acuerdo con datos recabados, todo delito sexual inicia con el abuso de familiares cercanos, ya sea el tío, los hermanos, el padrino o hasta los mismos padres, lo que posteriormente se deriva de prostitución u otros delitos.