Los delitos con mayor impunidad en México
México se encuentra entre los países con mayor grado de impunidad tanto a nivel global como en América Latina. Esto es desmoralizador tomando en cuenta que Latinoamérica se caracteriza por tener altos niveles de impunidad.
El encargado de medir las escalas de este fenómeno en el mundo es el Índice Global de Impunidad (IGI), en el cual México siempre se encuentra en los últimos lugares.
Y uno de los datos más preocupantes (o más bien, falta de datos) lo tenemos en la medición del IGI-MEX que mide los niveles de impunidad en las 32 entidades federativas en México, para lo cual utilizan 18 indicadores relacionados con el acceso a la seguridad y la justicia. Sin embargo, estos indicadores no incluyen las violaciones a los derechos humanos pues existe la dificultad del acceso a la información generada por estos casos.
La realidad
En los últimos diez años, la FGR ha atraído más de 300 casos ocurridos en los diferentes estados de la república. Sin embargo, solo el 5 % de los casos han culminado en alguna sentencia condenatoria.
La realidad es lacerante: de 304 casos, 76 han sido por posibles secuestros; 29 por tráfico de personas (incluyendo menores); 24, corrupción; 21, delincuencia organizada; 21, homicidio; 18, desapariciones forzadas; 16, violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
La Fiscalía General de la República brindó datos en los que se muestra que no se han esclarecido ninguno de los casos sobre desapariciones, secuestros ni tortura.
La última investigación anunciada oficialmente fue la del homicidio del joven de 23 años de edad, José Eduardo Ravelo, el pasado 21 de julio.
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Entre los casos sobre desapariciones tenemos el de 47 jóvenes detenidos entre enero y junio del 2018 por integrantes de la Marina en Nuevo Laredo y cuyo paradero aún se desconoce.
En los primeros días de enero del 2016, cinco jóvenes desaparecieron en el municipio de Tierra Blanca, Veracruz; fueron detenidos por policías estatales y nunca se les volvió a ver.
El sistema de justicia en México
Lo que esto refleja es la fragilidad del sistema de justicia en nuestro país; toda la estructura es un desastre, y es visible en lo errático de su funcionamiento, y simplemente las cosas siguen igual.
Un ejemplo claro de esta falla en el sistema de justicia es que existen 2.17 jueces para atender a cada cien mil habitantes; el promedio global es de 17.83 por cada cien mil.
Los ciclos de impunidad toman su impulso en la magnitud de la crisis de inseguridad y violencia que enfrenta México, lo que también contribuye a hacer más graves los problemas con el acceso a la justicia y protección de los derechos de las víctimas.
Es una realidad que no se están generando las capacidades para garantizar el acceso a la justicia a los mexicanos, y es porque las existentes funcionan de forma deficiente.
