Estudio revela que la contaminación del aire aumenta la resistencia a los antibióticos

La resistencia a los antibióticos usualmente está asociada con el uso indebido y excesivo de estos medicamentos
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Aire contaminado en una ciudad

Un reciente estudio publicado en la revista científica The Lancet reveló una posible relación entre la contaminación del aire y la propagación de bacterias multirresistentes, lo que podría agravar el problema global de la resistencia a los antibióticos.

La resistencia a los antibióticos, un desafío global que resulta en aproximadamente 1,27 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2019, se ha asociado tradicionalmente con el uso indebido y excesivo de estos medicamentos.

El estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Zhejiang en China, analizó la relación entre la concentración de partículas finas en el aire, conocidas como PM 2.5, y la resistencia a los antibióticos.

Dichas partículas, que son considerablemente más pequeñas que un cabello humano, fueron señaladas como un posible vehículo para la propagación de bacterias resistentes. Según el estudio, por cada incremento del 1% en la contaminación del aire, se observó un aumento del 0,5% al 1,9% en la resistencia a los antibióticos, dependiendo del tipo de patógeno.

El impacto de la contaminación del aire en la resistencia a los antibióticos resultó más notable en el norte de África y el oeste de Asia, donde se identificó que el PM 2.5 contribuía en un 19% a los cambios en los niveles de resistencia; mientras que las regiones de Europa y América del Norte experimentaron niveles más bajos.

Los expertos advierten que si no se implementan cambios en las políticas de control de la contaminación del aire, se podría presenciar un aumento del 17% en los niveles globales de resistencia a los antibióticos para el año 2050, lo que podría traducirse en alrededor de 840.000 muertes prematuras anuales relacionadas con infecciones resistentes.

Hong Chen, autor principal del estudio, resalta la importancia de controlar la contaminación del aire como un medio para combatir la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos.

Asimismo, reconoce que sus hallazgos no establecen una relación causal directa entre la contaminación del aire y la resistencia a los antibióticos, sugieren que reducir los niveles de PM 2.5 en el aire podría ser un enfoque beneficioso para mitigar la propagación de bacterias resistentes.

El trabajo involucró más de 11,5 millones de aislamientos analizados y nueve patógenos, así como 43 tipos de agentes antibióticos, pero indicaron que será necesario seguir investigando la relación de ambos fenómenos.