Condena perpetua para supremacista que mató a 10 personas

Payton Gendron, el joven supremacista blanco que en mayo mató a diez personas negras en un supermercado de Buffalo, en el norte de Estados Unidos, fue condenado a cadena perpetua irreductible tras una audiencia en donde los familiares de las víctimas gritaban su dolor y rabia. 

El jovén de 19 años en noviembre del año pasado se declaró culpable por los delitos de asesinato por racismo y actos de terrorismo y hoy, compareció por primera vez ante los familiares de sus víctimas.

“Quiero estrangularte”, le gritó Barbara Massey Mapps, cuya hermana Katherine fue acribillada a balazos por el acusado.

Durante la audiencia, tuvo que ser escoltado fuera de la corte luego de que un hombre se le abalanzó.

 “Entiendo la emoción, entiendo la ira, pero no puede tener lugar en la corte”, comentó la jueza Susan Eagan después de un breve receso de la audiencia. “¡Somos mejores que eso!” 

Antes de condenarlo a cadena perpetua, la jueza Eagan cedió la palabra a los familiares de sus víctimas. 

Simone Crawley, cuya abuela, Ruth Whitfield, murió mientras hacía compras dijo: 

“Todos conocemos el odio y los motivos de tu crimen racista, pero estamos aquí para decirte que has fallado (…) A pesar de nuestras heridas, no dejaremos que ganes esta guerra”. 

Por su parte Gendron, en una breve intervención, aseguró lamentar “el dolor” que causó. 

“No puedo decir cuánto lamento todas las decisiones que me llevaron a hacer algo terrible el 14 de mayo, cuando disparé y maté a personas solo porque eran negras (…) Yo creía en cosas que leía en línea y actuaba por odio racista”, pero “no quiero ser una inspiración para nadie”, agregó.

Payton Gendron también es acusado de “delitos racistas” por la justicia federal quien no descarta solicitar la pena de muerte. 

La tragedia 

El 14 de mayo, Gendron vestido con ropa de combate, armado con un rifle semiautomático AR-15 y una cámara que transmitía sus acciones en vivo, acudió  a un supermercado de Buffalo donde disparó en contra de clientes y empleados. Mató a diez personas de entre 32 y 86 años, e hirió a otras tres. 

Meses antes, en un manifiesto racista, supremacista y conspirativo que se le atribuye, el joven había escrito que quería matar a personas negras y que estaba apuntando a un barrio pobre y aislado de Buffalo por su alta proporción de afroestadounidenses. 

Antes de la masacre, hizo un viaje de reconocimiento a Buffalo, una ciudad ubicada a 300 km de su casa.