Cofepris pide no consumir helados “Soft Serve On The Go”
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), emitió una alerta a la población en relación con la posible contaminación por Listeria monocytogenes en los helados “Soft Serve On The Go”, productos distribuidos en el país.
Lo anterior luego de que la empresa Real Kosher Ice Cream en Estados Unidos decidió retirar voluntariamente del mercado los siguientes productos implicados:
Vainilla Chocolate (código 0-91404-15129-0), Razzle and Dazzle Peanut Butter (0-91404-15133-7), Caramelo Vainilla (0-91404-15131-3), Parve Vanilla Chocolate (0-91404-15113-9), Strawberry Mango Sorbet (0-91404-15128-3) y Lite Natural Peanut Butter (0-91404-15285-3).
Esta medida se tomó luego de que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) publicara la información correspondiente sobre estos productos en su página electrónica. Como resultado, la Cofepris emitió una alerta para informar a la población sobre la situación.
La Listeria monocytogenes, bacteria presente en la tierra y el agua, puede causar la enfermedad conocida como listeriosis, la cual se transmite a través de alimentos. Esta bacteria puede encontrarse en alimentos crudos, procesados e incluso en productos elaborados con leche no pasteurizada. Los síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello, confusión y sensibilidad a la luz, entre otros.
La Cofepris emitió una serie recomendaciones a la población en general:
No adquirir ni consumir los productos de la marca Soft Serve On The Go en presentación de 8 oz en los sabores mencionados, debido al riesgo potencial para la salud.
En caso de tener alguno de estos productos, desecharlos o inutilizarlos para evitar su consumo.
Si identifica el producto en cuestión a la venta, no adquirirlo y reportar cualquier posible comercialización irregular.
Ante síntomas o indicaciones de enfermedad relacionados con el consumo de estos productos, consultar a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado.
Asimismo, los establecimientos, tiendas departamentales y distribuidores deben verificar la existencia de los productos afectados, en caso de tenerlos, suspender su venta y proceder a su destrucción.
