“Cementerio tabacalero” frente a cada oficina del SAT

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Maestra Raquel Buenrostro, como titular del Servicio de Administración Tributaria, la convocamos desde nuestro movimiento conocido como Filósofos Mexicanos Unidos

en la Investigación-Acción; para que denuncie a través de carteles frente a cada

oficina, sucursal y entradas a sus instalaciones, los cuales ilustren los cementerios

tabacaleros con las cruces de los miles de fumadores que son enterrados, a 

cambio de impuestos que recibe el sistema pervertido, de recibir cuantiosas 

fortunas, enfermando y acelerando el exterminio intencional de las víctimas educadas

en la adicción tabáquica, a través de todos los medios y el acoso publicitario incesante.

La invasión mercadológica de la venta de cigarros en infinidad de puestos callejeros,

y hasta el abordaje a los automovilistas, con la oferta de cigarros, seguramente  son

hasta una gran burla a su sistema de recaudación. A todos hay que ponerles el alto.

Organismos empresariales decadentes pretenden convalidar la libertad de seguir 

fomentando las muertes a tabacazos, bajo la turbia argumentación de que se 

debe respetar la libertad de comerciar venenos, infartos a la carta, y tóxicos 

cancerígenos que, por otro lado, los gastos en salud pública son desbocados.

Y el SAT, sin saber cómo salir de la trampa histórica, guarda silencio cómplice.

Pero Raquelito Buenrostro con ese apellido ni cosméticos necesita, por ello libérese

de semejante mancha, y transforme ya no recibir impuestos a cambio de licencias

para matar que genera el gobierno en turno, quebrando las esperanzas de cambio.

El contrabando de cigarros es posible enfrentarlo con un buen sistema de premiación

por las denuncias que permitan atrapar a los delincuentes, que presumen representan

a las mismas grandes tabacaleras.

Sobran la propuestas para solucionar tan macabra recaudación, y usted tiene grandes

alcances tanto mentales, como su cercanía con el mandatario de la Nación, que se

acompaña con especial entusiasmo de los personajes con un historial de tabacaleros 

despiadados, que bien podrán ser demandados por daños y perjuicios, tanto de las víctimas de su

publicidad inductora como de la hacienda pública, que ahora enfrenta el COVID, y

sus variantes  haciendo sinergia con el tabacocidio . 

Usted maestra tiene la palabra y el mejor rostro en la administración actual. No guarde silencio cómplice, como hace el sector salud, simulando que actúa con panorámica mediocridad a cambio de beneficios.

La sociedad espera su respuesta.