Bajo peso al nacer, Hospiten nos informa los riesgos

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Según la duración del embarazo, el feto debe alcanzar un crecimiento determinado. Aunque hay variaciones según la raza, el sexo y las circunstancias ambientales, aquellos recién nacidos que no alcanzan el mínimo de peso o de longitud esperados se consideran pequeños para la edad gestacional, y entran en una categoría de riesgo.

El Dr. José Manuel Rial. Endocrinólogo Pediátrico, nos explica que es prematuro aquel feto que no ha completado el tiempo normal de gestación (al menos 37 semanas), será de un peso y longitud inferior a los nacidos a término, pero sus dimensiones pueden ser adecuadas para la duración de la gestación.

Las causas del bajo peso al nacer

Son muy variadas, desde la tensión arterial elevada de la madre, su deficiente nutrición o el hábito de fumar, condiciones ambientales como la elevada altitud (por la menor cantidad de oxígeno atmosférico) o a defectos genéticos en el feto.

En el momento del parto, así como en las horas posteriores, los recién nacidos de bajo peso son más vulnerables, pudiendo presentar asfixia, aspiración de líquido amniótico, niveles bajos de glucosa, y mayor incidencia de infecciones. En el caso de ser prematuros, se asocian el distress respiratorio, las lesiones retinianas y las hemorragias cerebrales.

Lo que viene

La mayoría de los niños que nacen con bajo peso recuperan un percentil normal durante la primera infancia, tanto en la longitud como en el peso. Pero aproximadamente un 10% de ellos no lo hacen, necesitando tratamiento adecuado.

Si la recuperación de peso ocurre muy rápidamente, la composición corporal puede alterarse y favorecer a largo plazo las enfermedades cardiacas y la diabetes.

En el adulto que nació con bajo peso, pueden detectarse enfermedad coronaria, hipertensión arterial y diabetes tipo 2 con mayor frecuencia y a menor edad que en los que nacieron con un peso normal.

Fomentar la lactancia materna e introducir la alimentación complementaria correctamente en los bebés permite una recuperación más gradual del peso; favorecer estilos de vida saludables y activos desde la infancia y evitar la aparición de factores de riesgo como el sobrepeso y el tabaquismo, disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica.

En los nacidos con bajo peso o longitud que no recuperan un crecimiento normal durante los primeros dos años de vida debe investigarse el motivo. Descartadas otras posibles causas, cuando se comprueba que el crecimiento es deficiente, puede indicarse el tratamiento con hormona de crecimiento sintética a partir de los cuatro años.

Tratamientos hormonales para el crecimiento

En los últimos 20 años se ha podido tratar a un gran número de pacientes nacidos con bajo peso con hormona de crecimiento biosintética, comprobándose su eficacia y seguridad. Las tallas alcanzadas por estos pacientes son similares a las tallas familiares, y están dentro de la normalidad, y muy raras veces los efectos secundarios son tan importantes como para tener que suspender el tratamiento.

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