Los Arcos de Mismaloya: Refugio Natural en Puerto Vallarta
Los Arcos de Mismaloya y sus aguas circundantes se localizan en la Costa Sur de Puerto Vallarta, a un breve trayecto de 15 minutos en automóvil desde El Centro y a tan solo 10 minutos en lancha desde las playas Mismaloya y Las Gemelas.
Este conjunto de formaciones rocosas exhibe intrincados túneles y arrecifes que albergan una variada diversidad de especies marinas, algunas endémicas y otras que encuentran un sitio en el cual descansar durante su proceso migratorio natural.
Emanados de la lenta erosión de una montaña costera constituida por granito sólido, Los Arcos de Mismaloya emergieron cuando la conexión terrestre con el arco más próximo a la costa finalmente cedió ante la constante embestida de las olas, dando lugar a las cuatro rocas emblemáticas que existen en la actualidad.
Uno de los rasgos distintivos en esta zona es una imponente pared vertical sumergida que se adentra hasta 250 metros en el costado oeste de las rocas, proporcionando descensos ideales para buceadores experimentados, como El Cañón o La Quijada del Diablo. Si bien el buceo en este lugar se reserva para profesionales, también se ofrecen actividades aptas para todos los gustos, como el Stand Up Paddle (SUP) y el Yoga SUP.
Los Arcos de Mismaloya brindan un entorno propicio para el esnórquel, permitiendo a los visitantes deleitarse en el hermoso mar con tonos verde-azulados. Otras alternativas incluyen explorar los alrededores en yate o kayak.
Cada una de las rocas o “arcos” alberga un enigmático túnel de unos 25 metros de altura, esculpido por la naturaleza, que ofrece la ocasión de contemplar el impacto enérgico de las olas contra la estructura rocosa, ya sea desde la distancia o a proximidad.
Se especula que en las proximidades de Los Arcos de Mismaloya se encuentran las aguas más profundas de la Bahía de Banderas, alcanzando más de 1,000 metros de profundidad.
Sea para un sosegado paseo marítimo, la observación de la vida marina o una vivencia inolvidable, Los Arcos de Mismaloya se erigen como el destino idóneo para aquellos visitantes que desean sumergirse en una conexión completa con la Madre Naturaleza.
Cabe señalar, que el conjunto de islotes fueron designados como Zona de Refugio para la Protección de la Flora y Fauna Marinas en 1975 por la entonces Secretaría de Industria y Comercio.
