El agua podría agotarse en la CDMX en el 2028: UAM

Este sorprendente dato, señal de la escasez latente, se hace más inquietante al conocer que el 43% de la población capitalina aún carece de acceso a agua potable
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Personas llenan botes con agua en la CDMX

En un impactante pronunciamiento, investigadores destacados de la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) han emitido una inquietante advertencia que ha sacudido los cimientos de la Ciudad de México. Según estos expertos, si las medidas actuales para preservar el vital recurso del agua no son revolucionadas de manera drástica, el ominoso “Día Cero” podría lanzar su sombra sobre la capital en el año 2028, o en una estimación más indulgente, en 2045. No importa cuál de estas estimaciones se materialice, el hecho permanece profundamente alarmante.

El líder del equipo de investigación en agua de la UAM, el señor Roberto Constantino Toto, transmitió la magnitud de la situación. En un encuentro con el periódico El Financiero, subrayó que la preocupación es apremiante, independientemente de la fecha exacta en la que la sequedad podría abatirse sobre la metrópolis. En el marco del lanzamiento del programa de radio “Agua Cero”, Constantino Toto resaltó cómo en un vasto periodo de 450 años, las estrategias de gestión hídrica en la CDMX han permanecido virtualmente inalteradas, lo que acentúa la gravedad de la amenaza.

° Inundaciones y más por lluvia intensa que colapsa CDMX

De manera contundente, se han tildado de “insuficientes” las acciones en curso destinadas a reabastecer los embalses y manejar las corrientes residuales. Delia Montero Contreras, cuyo saber en Economía es respaldado por la fundación de AgUAM, expuso una revelación escalofriante.

Las complicaciones arraigadas en la administración de este recurso esencial se han entrelazado con una carencia crucial de información. No menos asombroso resulta que México ostenta el cuestionable honor de liderar el consumo de agua embotellada por ciudadano en todo el mundo. Este sorprendente dato, señal de la escasez latente, se hace más inquietante al conocer que el 43% de la población capitalina aún carece de acceso a agua potable.

Con un lúcido análisis, Delia Montero Contreras identificó varias causas detrás de esta crisis hídrica inminente:

  • Fugas: La red de distribución hídrica presenta brechas preocupantes que contribuyen al agotamiento de este recurso invaluable.
  • Déficit de Reutilización y Captación Pluvial: La incapacidad de reciclar eficientemente el agua y captar la lluvia ha exacerbado la penuria.
  • Lacunas en la Regulación de Purificadoras y Establecimientos de Agua Potable: La falta de directrices efectivas para las empresas que comercializan agua purificada ha abonado a la precaria situación actual.

Es especialmente revelador que muchos de los locales que ofrecen agua purificada no cumplan con los estándares de calidad, lo que plantea la paradójica posibilidad de que el agua del grifo podría ser una opción más confiable.

Sin embargo, en este laberinto de desafíos, una luz de esperanza se vislumbra. Montero Contreras argumenta con convicción que la solución radica en una población empoderada por el conocimiento y la sensibilización. La participación activa en estrategias proactivas se vuelve imprescindible para esquivar la amenaza del “Día Cero”.

Los investigadores, con un llamado unificado, dirigen su voz hacia las autoridades gubernamentales, la sociedad y la academia, convocando a una colaboración enfocada en la resolución de esta crisis inminente. Con contundencia, proclaman que el destino puede ser reescrito, pero la ventana de oportunidad se encoge con cada tic-tac del reloj.

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Efrén Urrutia