Amor y Muerte: Serie de HBO Max basada en un crimen real

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Elizabeth Olsen y Jessie Plemons protagonizan la nueva serie de HBO Max titulada “Love & Death”, basada en un hecho real que ocurrió en los años ochenta en Wylie, Texas. El argumento se centra en el asesinato de Betty Gore a manos de su mejor amiga Candy Montgomery, un crimen pasional que logró capturar la atención del público.

El caso ha cobrado tanta relevancia que ha sido ampliamente documentado, incluyendo el libro “Love & Death, Evidence of Love: A True Story of Passion and Death in the Suburbs” escrito por Jim Atkinson y John Bloom. Además, se han realizado otras dos adaptaciones cinematográficas, una película llamada “Killing in Small Town” en 1990 y la serie “Candy” estrenada en 2022 a través de Hulu, la misma historia pero en diferentes formatos.

Intriga, drama y emociones se entrelazan en ‘Amor y Muerte’

La serie nos sumerge en los detalles de este crimen y cómo se desarrolla la trama. Especialmente, se centra en los años previos al homicidio, cuando Candy, cuyo apellido de soltera era Wheeler, se mudó a la comunidad de Wylie junto a su esposo Pat Montgomery, un ingeniero eléctrico, para poco tiempo después comenzar un romance con Allan Gore.

La tensión creció cuando los Gore y los Montgomery se hicieron amigos en la iglesia Metodista local. Según se menciona en el libro, fue Candy quien le propuso al esposo de su mejor amiga tener una relación sentimental.

El hombre decidió aceptar debido a su insatisfacción en su vida cotidiana. Sin embargo, este romance no duró mucho y finalizó en 1979 luego de que ambos decidieran priorizar a sus familias, al darse cuenta de que estaban involucrándose sentimentalmente.

Betty comenzó a sospechar de la infidelidad y decidió confrontar a Candy el 13 de junio de 1980 con un hacha en mano. Durante la discusión, Montgomery aceptó el desliz amoroso, lo que desató aún más la pelea. A pesar de que Gore llevó el arma blanca, fue Candy quien brutalmente la atacó propinándole 41 golpes mortales.

La situación tomó un giro cuando Allan, estando fuera de la ciudad, no pudo contactar a su esposa y solicitó a un vecino que fuera a verificar. Fue entonces cuando descubrieron el cadáver de Betty. Aunque Candy intentó encubrir el crimen limpiando la escena, confiando en que nadie sospecharía de ella debido a su personalidad tan carismática, terminó siendo la principal sospechosa luego de que Allan confesara su aventura extramarital con ella.

La prensa de la época señaló que una huella dactilar fue crucial para su identificación. Aunque inicialmente pudo evadir la justicia, alegando demencia durante el ataque, logrando convencer al jurado de su incapacidad mental junto al psiquiatra Fred Fason, quien testificó que actuó en defensa propia porque Betty intentó atacarla primero.

A pesar de que en su momento, se sometió al detector de mentiras que supuestamente respaldó su versión, la verdad de los hechos sigue siendo un debate. Al final del juicio, Candy se mudó a Georgia y se divorció poco tiempo después de su esposo. Actualmente, tendría 70 años.

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