Alerta AMBER Jalisco: ¿Por qué nace este programa que busca a menores desaparecidos?

El programa Alerta AMBER nació como una respuesta urgente a un problema que no espera: la desaparición de menores de edad. En Jalisco, esta herramienta opera desde el 29 de abril de 2013, cuando el estado se unió al mecanismo nacional que promueve acciones inmediatas de búsqueda ante la sospecha de que un niño, niña o adolescente está en peligro.

El modelo que inspira este programa fue creado en 1996 en Arlington, Texas, tras el secuestro y asesinato de Amber Hagerman, una niña de 9 años. A partir de ese caso, se estableció un sistema que permitiera emitir alertas masivas y rápidas con la ayuda de los medios de comunicación y la ciudadanía. México adoptó esta estrategia en 2011, siendo el primer país de América Latina en integrarse.

¿Quiénes participan en el operativo de búsqueda?

El principio detrás de Alerta AMBER es claro: actuar en las primeras tres horas tras la desaparición de un menor puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Para lograrlo, el programa recurre a la coordinación entre policías, fiscalías, medios de comunicación, organizaciones civiles y la sociedad en general.

¿Cuál es el protocolo de la Alerta Amber?

En Jalisco, el programa se opera desde la Fiscalía Especial para Personas Desaparecidas y cuenta con un centro de atención telefónica exclusivo para recibir reportes y datos relacionados con casos activos.

Una vez que se confirma que un menor ha sido sustraído o se encuentra en riesgo, se emite una alerta o prealerta con la información disponible, lo que permite activar redes de búsqueda de forma casi inmediata.

Además del trabajo institucional, el sistema ha integrado personal especializado en diversas disciplinas —como psicología, trabajo social y criminología— para atender las particularidades de cada caso. La intención no es solo localizar, sino también brindar acompañamiento en el proceso de retorno a casa.

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Aunque no todos los casos califican para la emisión de una alerta bajo los criterios establecidos, la estructura del programa contempla otras estrategias de investigación para continuar con la búsqueda.

La colaboración ciudadana sigue siendo una pieza clave, pues cada alerta busca activar a miles de personas como posibles aliados en la localización de menores desaparecidos.