Balas para cambiar el rumbo: Seapal en la encrucijada

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Las balas que terminaron con la vida de Salvador Llamas Urbina el pasado viernes en Guadalajara, también iniciaron un periodo de espera de definiciones de lo que será la nueva época del organismo operador del agua potable y el alcantarillado de Puerto Vallarta, que requiere de una dirección precisa y especializada que solo puede llegar de la mano de un experto, no de un político.

Este compás de espera, abierto de manera violenta el pasado viernes 21 de octubre podría quedar resuelto en las próximas horas, una vez que el presidente municipal, Luis Alberto Michel Rodríguez (y su círculo cercano de asesores) tomen la decisión de designar al nuevo director de la institución que maneja este año 680.5 millones de pesos.

Las quejas contra Seapal Vallarta fluyen como chorro de agua, los reportes de falta del líquido, por una parte, y de fugas por otra, se acumulan todos los días. En colonias del Centro y aledañas a la zona hotelera norte como en las delegaciones de El Pitillal, Las Juntas e Ixtapa no cesan los reportes de las fallas en el suministro, de la angustiante intermitencia de un servicio básico para la población.

La relevancia de Seapal Vallarta para este municipio es enorme, de su buen trabajo depende que las colonias de la ciudad tengan el suministro de agua necesario para sus actividades cotidianas, que la zona turística no carezca del servicio, que la red de alcantarillado cumpla con su importante función; en fin, que todo el sistema hidráulico urbano opere con eficacia y de manera continua, justo lo que no ha venido ocurriendo desde el inicio de la actual administración municipal en 2021.

MUNICIPALIZACIÓN

Se puede fijar el proceso de deterioro de los servicios de Seapal Vallarta con la municipalización promovida por el anterior gobierno del MC encabezado por Arturo Dávalos Peña, quien en su momento insistió en que el gobierno estatal de Enrique Alfaro lo devolviera, aludiendo al artículo 115 constitucional, fracción II que concede la prestación de servicios públicos a los Ayuntamientos. Pero en el trasfondo estuvo siempre el tema del control de la bolsa millonaria que maneja esa institución.

Así, en 2020 el organismo cambió de manos luego de cuatro décadas de administración estatal que sentó las bases de su organización y operación eficientes (aunque también fue usado como plataforma de propaganda de muchos aspirantes a la alcaldía).

Los dos últimos directores que ha tenido el organismo, Santiago Centeno Ulin con el gobierno de Arturo Dávalos y el finado Salvador Llamas, han tenido un perfil político y no técnico, lo que ha contribuido a acumular las fallas que hoy caracterizan al organismo. De hecho, desde el ingeniero Oscar Castellón Rodríguez, Seapal no ha tenido a un experto en la silla de director.

FANGO DE DUDAS

De acuerdo con Seapal Vallarta, con los 680.5 millones de pesos de su presupuesto para este año se daría prioridad a la inversión en obra pública, a la rehabilitación de infraestructura -especialmente de pozos profundos y otras reparaciones-, además de cubrir las necesidades operativas del organismo, pero los avances no parecen claros, puesto que la intermitencia del servicio y las fallas son constantes.

Es necesario que el alcalde Luis Michel -y quien lo asesore- valoren la pertinencia de nombrar a un experto, a una persona formada en el propio organismo; en caso de ser externo tendría que ser alguien que conozca a fondo el tema de la infraestructura del agua y las características de la red obsoleta de este puerto.

La cruel muerte de Salvador Llamas deja como legado las expectativas de que en Seapal Vallarta se corrija el rumbo y mejoren los resultados, o la posibilidad, con un dedazo político, de que el organismo se siga hundiendo en el fango de las decisiones erráticas y las fallas que afectan a miles de personas en esta ciudad.

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