Manifestación en Hospital 42 del IMSS por atención deficiente a pacientes de hemodiálisis
Aunque desde hace dos meses pacientes de hemodiálisis del Hospital general de Zona 42 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) denunciaron la deficiente atención médica que tienen dese hace tiempo, la situación continúa y este lunes sus familiares se manifestaron al exterior de la institución para exigir que arreglen las máquinas y que no haya tanto tiempo de espera para su tratamiento. El director salió a asegurarles que esta semana se resolvería el asunto, pero ya no le creen.
La maestra Carmen María Pineda sigue en pie de lucha para que su hija Reyna Lizeth pueda recibir las sesiones de hemodiálisis que necesita para que siga viviendo:
“Cuando salió el reportaje, el director Valdivia me prometió que rápido se haría subrogación para enviar a los pacientes a una clínica, ya ahora hay doctores nefrólogos, pero está dando largas y nos quieren enviar a una clínica privada que da mala atención y nos dice que nos esperemos. Ahorita sale y dice ya métanse, yo voy a darles una solución ahorita”.
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Se trata del director del HGZ 42 del IMSS, Jorge Humberto Valdivia Flores, quien este lunes salió a decirles a los manifestantes que esta misma semana se solucionaba el problema, pero ahí permanecieron, pues lo mismo les dice desde hace meses.
“Las mismas máquinas siguen igual, se van a choque y les dan reanimación para revivirlos, unos se han salvado y otros han muerto, ahora hay más muertos, son como 30, uno tras otro, consecutivos”.
A principios de marzo 2024 había señalado que tenían contabilizados 13 muertos, todos pacientes de hemodiálisis.
“Nos llamaron de con Zoe Robledo (director general del IMSS), nos dijeron qué está pasando y yo les dije todo: que están mal calibradas las máquinas, les ponen sodio de más, que ha llegado a darles paros y se van a choque, unos salen y otros ya no salen. Vino una comitiva, pero no ha pasado nada”.
En la manifestación, la señora Teresa Pelayo, también exigió que se diera puntual atención a la problemática, pues su hijo Jorge Deniz Meza, de 40 años, requiere el tratamiento.
“No tengo nada contra los doctores y enfermeras, pero a las máquinas no le daban mantenimiento, salían de hemodiálisis y salían igual… Ahora hay que esperar como seis horas y más tres o cuatro del tratamiento. Quedaron de resolvernos de la otra clínica”.
Durante la hemodiálisis, la máquina extrae una pequeña cantidad de sangre del cuerpo mediante una aguja y un catéter. A continuación, el dializador depura la sangre y elimina desechos, toxinas y el exceso de líquido. Regularmente, un paciente debe acudir tres veces por semana.
EU