Llega la muerte a Puerto Vallarta

Llegó la gran diversión

de carcajearse de veras,

aquí están las calaveras

fiestesota en el panteón.

Las flautas son de canillas,

de huesos son los violines,

de cráneo las tumbadoras

y las guitarras tendones.

Vino a vallarta la muerte

el desastre le dio pena

eran puros ciudadanos

agraviados por morena

¡Dónde está el profe Michel

que él solo se ponía un “diez”

es un méndigo fracaso

pues todo lo hace al revés!

La parca miró a Vallarta

y tuvo una triste emoción,

¿cómo era posible que esta

luciera como un panteón?

Las calles con hondos baches,

parecen miles de tumbas;

jardines casi no existen,

en postes, nada te alumbra.

Las pocas obras que inician,

parecen trabajo en vano,

tienen poca trascendencia

y se sienten muy ufanos.

Es una gran desilusión

escuchar discursos huecos

que todo transformarían

siguen engañando a mensos.

Familias enteras cobran

y son parte de lo mismo

con ese arraigado vicio,

el maldito nepotismo.

Criticaban a los de antes

por mentirosos, corruptos,

pero ellos salieron peor:

son deshonestos y brutos.

Y casi todos nos vienen

de un pasado partidista,

PRI, PAN, naranja o verde

para ahora ser fascistas.

Que no roban y no mienten

repiten farsas de obrador,

pero triste realidad

adoran la corrupción.

Y las únicas ganonas,

privilegios a montones,

son las inmobiliarias

con esas enormes torres.

Todas obtienen permisos

les amoldan reglamentos

en todas partes los gringos

tienen ya departamentos.

Pobre ciudad, tan hermosa,

y a punto de agonizar,

para salir del problema

la muerte los va a cargar.

Contrayendo grandes deudas

a Vallarta la hunden más

el lema irresponsable

“ahí que paguen los de atrás”.

Robar no es únicamente

hinchar la cuenta bancaria,

es también el endeudarse

y heredar la gran malaria.

Por si todo fuera poco

su descaro nos asusta

roban dinero del pueblo

con una nómina oculta.

Total, es un pellisquito

a erario municipal

que se agencien unos miles

parientes sin trabajar.

Calaca y flaca indignada

hasta preparó el velorio

y al vende aguas lo mató

con mortal supositorio.

Nadie le lloró al de 10

pues el panteón es muy ancho,

no quieren ver a Michel

ni en su meritito rancho.

Ante esa situación

a suplirlo aspiran varios,

por ejemplo, regidores

que ya se lamen los labios.

Igual de inútiles todos

de tal palo tal astilla,

esta bola de huevones

ven con ambición la silla.

Y si no se puede ahí

se conforman con Seapal,

no exigen conocimientos

llega hasta el más animal.

No les interesa el agua

ni mejores cañerías,

su objetivo es ya muy claro

cometer trapacerías.

¿Por qué a muchos atrae

en Seapal tener un puesto?:

porque en esas oficinas

manejan gran presupuesto.

Nada de beneficiar al pueblo

con la municipalizacion,

la cosa es contar más dinero

y aviadores de a montón.

La muerte muy indignada

decidió llevarse a todos,

los ahogó en un diluvio

¡No servían de todos modos!

A los políticos tranzas

los metió en un cajón,

logotipos de mil colores

quedaron en el panteón.

Enterrador: Francisco Quezada Hernández

LLG